Prevención de la neumonía ¿Cómo podemos protegernos? |
La neumonía sigue siendo la primera causa infecciosa de muerte a nivel mundial y es transversal a todas las edades. Según lo último publicado por la CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, USA) en el año 2021 hubo 1.4 millones de consultas en las guardias de emergencias por neumonía y la tasa de mortalidad entre 2018-2022 fue de 12.3/100.000 personas.
En cuanto a datos nacionales, según el último Boletín Epidemiológico Nacional, entre enero y octubre hubo 112.875 casos de Neumonía representando una disminución del 15,79% para neumonías respecto a los casos notificados en el mismo período del 2023. Si bien existe una mejoría en los resultados que suponen los avances de la medicina en general y el tratamiento de la neumonía en particular, el aumento de la edad de la población y la mayor incidencia y gravedad de la neumonía en los adultos mayores, han diluido ese efecto positivo.
¿Qué es la Neumonía?
La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Éstos están formados por pequeños sacos, llamados alvéolos, que —en las personas sanas— se llenan de aire al respirar. Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de secreciones purulentas y líquido, lo que puede dificultar la respiración y limitar la oxigenación de la sangre en los pulmones. Esta enfermedad puede ser causada por virus, bacterias, hongos o parásitos.
Los virus constituyen una causa importante de neumonía (23%), tal como hemos visto en la pandemia por SARS-CoV-2 y también en la epidemia H1N1 del 2009, además de los diversos brotes de virus sincicial respiratorio (VSR) en niños y adultos cómo se vio en estos últimos meses de invierno. Dentro de las causas bacterianas de neumonía el Streptococcus pneumoniae, conocido como neumococo, es el más importante, provocando además varias enfermedades que se pueden manifestar como infecciones de la vía aérea superior (por ejemplo: otitis media aguda y/o sinusitis), o formas invasivas (meningitis, bacteriemia, abscesos) siendo estas últimas enfermedades de mayor mortalidad. Además del neumococo hay otros gérmenes que pueden provocar neumonía, aunque su incidencia es menor.
¿Cómo se contagia?
La neumonía puede propagarse por diversas vías, los potenciales patógenos pueden estar en el aire que respiramos, provenientes de alguna persona enferma o colonizada por virus como el de influenza o VSR o por bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta que pueden multiplicarse en los pulmones luego de aspirarse.
¿Quiénes están más expuestos?
Adultos mayores de 65 años.
Fumadores.
Pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, cardíacas, hepáticas, renales y con alteraciones funcionales del bazo o su extirpación quirúrgica.
Diabéticos.
Inmucomprometidos por causas varias.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Los síntomas de neumonía pueden ser generales, como fiebre, escalofríos, malestar general, o más específicos, como tos con secreción mucosa o purulenta, dolor en el pecho o falta de aire. Y muchas veces los pacientes llegan al diagnóstico cuando ya se encuentran en instancia de internación, por eso la prevención es clave para evitar casos de gravedad.
Recomendaciones para prevenirla
En adultos: Desechar adecuadamente los pañuelos, cubrirse la boca y la nariz cuando tose o estornuda, no fumar, evitar el hacinamiento y la calefacción a leña, ventilar frecuentemente la vivienda y lugares de trabajo.
Todas las edades: existen actualmente 3 vacunas que tienen indicación en niños y adultos con diferentes esquemas: la antigripal, la antineumocócica y la vacuna contra Covid-19. Cualquier persona puede