Los sucesos del 2 y 3 de abril de 2013 y quienes fueron señalados como sus principales responsables, el ex gobernador Scioli y el ex intendente Bruera, son ampliamente conocidos.
Desde las anteriores gestiones del intendente Alak (1991 – 2007) se venían dando fenómenos de este tipo, aunque no de la misma gravedad. Pero en lugar de actuar en consecuencia, se le abrió las puertas a los desarrolladores inmobiliarios que complicaron todo aún más.
Luego vino Bruera quien debutó con una importante inundación, producto de la inacción de Alak, pero todo siguió igual, derivando esta situación de desidia en la tragedia del 2 y 3 de abril.
A los apurones y bajo la presión social, Bruera y Scioli se vieron obligados a iniciar un plan de obras hidráulicas.
Llegó Garro prometiendo componer las cosas y terminó suspendiendo junto a la gobernadora Vidal el plan de obras hidráulicas, el cual continuó paralizado en la gestión Kicillof, mientras que la ciudad seguía padeciendo nuevas inundaciones.
En esta misma etapa, el poder político actuó como siempre, protegiéndose entre ellos y, en el juicio que se les realizó a los imputados como responsables de la tragedia, solo a un funcionario de bajo rango se lo condenó.
Pero en la política de estos personajes siniestros nunca terminan las sorpresas.
El intendente Alak nombró como secretario de ambiente a Guillermo Escudero, hombre del riñón de los hermanos Bruera quienes, según los medios, ya se han mostrado públicamente transitando los pasillos del