Un evento de la Liga
Amateur Platense y del Centro Fomento Curuzú Cuatiá se anuncia para el próximo sábado
30 de noviembre de 2024, en una tarde de que remontará a los hinchas y
jugadores a una definición de campeonato de hace 50 años, cuando en esa misma
fecha el Rojo y Verde logró la primera estrella dentro del fútbol oficial. El
último partido había sido triunfo sufrido por 2 a 1 ante Villa Montoro, de
visitante, precisamente, otro sábado 30 de noviembre, pero de 1974. Hoy Curuzú
milita en la divisional B, pero la cancha promete vivir un momento único,
cuando las leyendas del club vuelvan a entrar al campo de juego ubicado en calle
411 y 21ª de Villa Elisa.
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El primer equipo en 1974, ya consagrado |
Unos cincuenta
homenajeados disfrutarán del agasajo, con un refrigerio, debajo de la frondosa
arboleada, y a un costado del campo que los vio transpirar. Esta vez, los
equipos de Curuzú y Romerense animarán una jornada futbolística que será
amenizada por tantos ex jugadores y dirigentes de la época que nacía esa
cancha. Allí donde “hubo un cultivo de flores”, como explica a Radio Gonnet FM el
señor Daniel Goncalves, hijo de portugueses, que lleva más de cincuenta años
ligado a la institución. La cancha tuvo su partido inaugural el 3 de agosto de
1972, mismo día del 26º aniversario. A sus 73 primaveras, puede volver con la
mente a ese día con suma facilidad: “En el primer partido de local se quebró el
3 de la reserva, Eduardo Vilches, que es el padre del actual preparador
físico”. Su hermano José Goncalves próximamente llegará a los 76 años y en su
mirada se percibe el amor por su Curuzú y el legado de sus padres y la
desaparecida figura del que fue su primer gran ídolo: “Franklin Goncalves,
nuestro hermano mayor, que fue arquero”.
“Los
Grandes campeones de la historia”
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El periodista Gabriel "Colo" López, en su visita a City Bell, con Abel Galarza, jugador de aquel Curuzú que brilló en la Liga Amateur Platense |
Así se denomina el evento,
que está enmarcado en un proyecto que inició la Liga Amateur Platense en 2023
con el periodista Gabriel "Colo" López,
quien llegará al predio para transmitir las vivencias y formar parte del acto
central, cercano a las 16 horas. “Vamos por cada club
reconociendo a sus leyendas, volviendo a ver sus figuras, y en algunos casos de
los que ya no están físicamente, habrá familiares invitados. Ya se vivió en Estrella y en Montoro, fue
hermoso”, explicó López. “Es
emocionante escucharlos, sentir que están con ganas de volver a la cancha y
reencontrarse con sus compañeros. La Liga fue y será sinónimo de amistades, de
sacrificios que uno hace porque lo siente. De allí el éxito de las juntadas
varias décadas más tarde”.
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Gabriel Mariescurrena, Hugo Peralta y Juan Lachalde |
Para ser campeón siempre hace falta un hombre gol y el once tuvo a Juan Amílcar Lachalde, número 9 de área,
quien a sus 74 primaveras guarda los recortes de los diarios y una profunda
emoción al evocar a sus adorables compañeros. Lachalde tuvo formación en
Estudiantes, quedó libre en Cuarta y luego tuvo una prueba en Vélez con Osvaldo
Zubeldía.
Cerrar el arco también es factor decisivo y aquel Curuzú contó con Juan Carlos
Martinicorena, quien un año después partió a jugar a Cambaceres y llegó a
ascender a la Primera C dirigido por el “Bocha” Flores, gloria del fútbol
mundial. El “1” de Curuzú, padre de cuatro
hijos,partió tras la pandemia. Su última nota fue a la revista Tribuna Roja,
donde no dejó de hablar de su etapa en la Liga con gran entusiasmo. “En ese
cuadrangular que nos consagró, en una voy a buscar una pelota atrás del arco y
estaba el Chengo (icónico dirigente de Cambaceres) y me dice ‘pibe… ¿te gustaría
jugar en Camba? ¡Cómo no!, le dije, ‘pero esperá a que termine el partido’”. En
los ’80 volvió a defender a los de Villa Elisa.
DÍA DEL HINCHA DE CURUZÚ
El club estará viviendo un día especial y en las últimas reuniones se resolvió
bautizar al 30/11 como una fecha para celebrar cada año “El Día del Hincha de
Curuzú”.
Dirigentes históricos y colaboradores de la obra del club, y otros jugadores
que llegaron a jugar en la desaparecida Liga Suburbana Norte, e integrantes de
otros planteles de divisiones juveniles, también formarán parte del
extraordinario momento familiar. Cabe recordar que en la temporada ’74 hubo un
doble éxito del club, al levantar la copa de Primera y de Cuarta.
Eran los
años de dos hombres de encomiable entrega social por el barrio, como Martín Barjak
y José Terrier.
“Martingo”Barjak era más dirigente que DT, función en la
que se lo recuerda más como “el delegado del equipo”. Tenía 33 años al ganar el
campeonato. Es el más grandote que aparece en la imagen del equipo (con
pantalón de vestir, camisa y ya con calvicie), en una tarde atípica, cuando Curuzú, ya campeón, posó para la foto sin
poder jugar con Verónica en la última fecha del Cuadrangular pues los del
pueblo vecino al no tener chances no vinieron a Villa Elisa.“Ni siquiera
abundaban los teléfonos fijos como para avisar”. Fue el sábado 14 de diciembre de 1974. Una semana
después se supo que el subcampeón fue Deportivo La Plata, tercero Villa Montoro
y cuarto Verónica.
Patricia Barjak, la hija de “Martingo”, recuerda que
“salimos campeones y nos fuimos de vacaciones a Mendoza”. Ella era una niña y
conoció a Terrier, “otro señor, era el presidente y pasaba el informe de los
partidos en La Reforma Ilustrada, diario que fundó él”.
Carlos Ferrero, dirigente histórico y ex jugador, hizo un
raconto de aquellos días: “Mi vieja era portuguesa y mi padre hijo de italianos,
ya de pibe iba a ver a Curuzú en su primera cancha que estuvoa una cuadra del
Camino Belgrano y 409, sin alambrado, con una casilla prefabricadacomo