Las personas buscan viviendas que puedan transformarse según sus necesidades |
Por Rodrigo Saldaña, Gerente Comercial de Oslo Propiedades
La forma en que vivimos ha experimentado una transformación radical en los últimos años. La pandemia aceleró procesos que ya estaban en marcha, como la digitalización, el teletrabajo y la búsqueda de un equilibrio entre vida personal y profesional.
Estos cambios han redefinido nuestras prioridades y, por ende, nuestras expectativas en cuanto al hogar. Hoy, más que nunca, se demandan viviendas que se adapten a un estilo de vida en constante evolución.
El año 2024 ha sido testigo de una serie de tendencias inmobiliarias que reflejan una nueva realidad: la búsqueda de espacios flexibles y multifuncionales. Los hogares ya no son solo lugares para descansar, sino también oficinas, gimnasios, salones de clase, espacios de entretenimiento, etc. Actualmente vemos una demanda emergente hacia propiedades que priorizan la adaptabilidad: las personas buscan viviendas que puedan transformarse según sus necesidades. El estilo de vida actual valora cada vez más la integración de comodidad y contacto con la naturaleza.
El aumento del trabajo remoto ha sido un catalizador importante en la redefinición de las preferencias de vivienda. Las personas buscan hogares que ofrezcan espacios de trabajo cómodos, amplios, iluminados y que permitan a los residentes trabajar cómodamente desde casa, al tiempo que proporcionen un entorno acogedor para el descanso y la recreación. Pero no es solo el trabajo remoto lo que está moldeando el mercado; la sostenibilidad y la eficiencia energética también son factores clave. La creciente conciencia sobre el impacto ambiental y la búsqueda de un estilo de vida más saludable han influido en las preferencias de los consumidores.
La tecnología, por su parte, ha revolucionado la industria inmobiliaria, transformando tanto las necesidades de los compradores como las expectativas de los inversores. Hoy en día, herramientas como los recorridos virtuales y las plataformas de gestión digital están redefiniendo la experiencia del cliente, facilitando el proceso de compra y optimizando la gestión de las propiedades. Además, el uso de tecnologías avanzadas en la construcción ha permitido el desarrollo de edificios más sostenibles y seguros.
En este contexto, las alternativas de inversión inmobiliaria se han diversificado. Los proyectos de uso mixto, que combinan viviendas, oficinas y espacios comerciales, son cada vez más populares. Estos desarrollos ofrecen una mayor rentabilidad y una mayor resiliencia ante las fluctuaciones del mercado. Asimismo, la ubicación se ha convertido en un factor determinante en la elección de una inversión. Las zonas con buena conectividad, acceso a servicios y espacios verdes son las más demandadas.
Sin embargo, el sector inmobiliario no está exento de desafíos. La inflación y la volatilidad económica plantean obstáculos significativos, lo que requiere que los inversores tomen decisiones informadas y estratégicas. A largo plazo, las oportunidades siguen siendo prometedoras para aquellos que apuesten por propiedades sostenibles, tecnológicamente avanzadas y flexibles. El consejo para los inversores es claro: mantenerse al tanto de las tendencias del mercado y priorizar desarrollos que no solo satisfagan las demandas actuales, sino que también estén preparados para adaptarse a los cambios futuros.
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