Hace largo tiempo los precios no paran de subir, mucho o poco pero siempre en alza |
En un contexto de constante fluctuación de precios en el mercado de alimentos, el presidente de la Federación de Almaceneros de la provincia de Buenos Aires (FABA), Fernando Savore, alertó sobre un incremento significativo en los costos de productos esenciales para los consumidores. Según declaraciones recientes de Savore, las listas de precios han experimentado una merma del 15 al 20% desde diciembre, con un aumento del 5% en lo que va de abril.
Uno de los ejemplos más destacados es el del azúcar, cuyo precio ha pasado de $1,400 a finales de 2023 a $900 en la actualidad, reflejando una reducción considerable. Savore también señaló que productos de segunda y tercera marca están ganando terreno en las góndolas debido a diferencias de precios notables en comparación con las marcas líderes.
En la tercera semana de abril, se observaron aumentos significativos en bebidas y frutas, con alzas del 4,1% y 3,3% respectivamente. Este incremento se vio reflejado también en lácteos y verduras, con aumentos del 2,5% y 2% respectivamente. Por otro lado, algunas categorías como el azúcar mostraron bajas semanales de hasta el 3%.
De acuerdo con un informe de la consultora Eco Go, los alimentos registraron un aumento del 0,2% en la segunda semana de abril, marcando un descenso en comparación con semanas anteriores. Se proyecta que la inflación en alimentos consumidos dentro y fuera del hogar podría ascender a un 5,4% en el mes de abril, considerando los aumentos previstos para las semanas restantes.
Por su parte, la Fundación Libertad y Progreso (LyP) reportó un incremento del Índice de Precios al Consumidor (IPC) del 9,5% mensual en la primera mitad de abril. Sin embargo, en la segunda semana del mes, la variación fue del 0,4% semanal, el registro más bajo en 6 meses. Se proyecta que la suba del
IPC LyP en abril se situaría en un 9%, siendo la primera variación de un dígito desde octubre de 2023.Ante este panorama de aumento sostenido de precios en alimentos, los consumidores argentinos enfrentan un desafío económico en la gestión de sus gastos cotidianos, especialmente en un contexto de incertidumbre económica a nivel nacional.