Ante el peligro de que los niveles de radiactividad sean mayores, las autoridades ampliaron la zona de evacuación en el radio de la planta nuclear de 20 a 30 kilómetros. (Foto: Reuters) |
A esto se le suman los temores por la radiación liberada por la central nuclear de Fukushima, donde dos trabajadores sufrieron quemaduras cutáneas cuando intentaban enfriar la planta dañada por el terremoto.
Hay sospechas de una posible fractura en el reactor de la central, lo cual podría significar niveles de radiación más graves.
"La situación actual en la planta Daiichi de Fukushima es todavía muy grave y seria”, dijo el primer ministro Naoto Kan este viernes 25 de marzo. "No estamos en una posición en que podamos ser optimistas. Debemos tratar cada acontecimiento con el mayor cuidado".
Ante el peligro de que los niveles de radiactividad sean mayores, las autoridades japonesas ampliaron la zona de evacuación en el radio de la planta nuclear de 20 a 30 kilómetros, alentando a las personas que se alejen de forma voluntaria. En tanto, se mantiene la orden de evacuación para los que viven a 20 kilómetros de la planta.
El temor de que el agua y los alimentos de las zonas aledañas a Fukushima estén contaminados por la radiactividad llevó a que varios países del extranjero aumenten sus controles de los productos provenientes de Japón.
En la mayoría de los supermercados de Tokio, capital de Japón, el agua embotellada se agotó y comenzó a ser racionada. Si bien los niveles de radiactividad en el agua corriente bajaron a un nivel permitido para los bebés el 24 de marzo, la preocupación de la gente pudo más. Otros productos que escasean son la leche y el arroz.
El gobierno japonés prohibió la comercialización de productos frescos como vegetales y leche sin pasteurizar en cuatro prefecturas aledañas a Fukushima.
Fuente: WEB