El pronóstico meteorológico anticipa altas temperaturas para los próximos días. Ante la posibilidad de una ola de calor, FM Gonnet 103.9 MHz, realizó un informe sobre lo que hay que saber en relación a los peligros de los golpes de calor.
¿Qué es una ola de calor?
Una ola de calor es un periodo prolongado de tiempo excesivamente cálido, que puede ser también excesivamente húmedo.
¿Quiénes son los más afectados?
Adultos mayores, niños muy pequeños, enfermos y obesos son la población
de más alto riesgo para las enfermedades derivadas de la ola de calor.
¿Qué son los niveles de alerta por las olas de calor?
El Servicio Meteorológico Nacional (SMN),
puso en marcha un nuevo servicio a la comunidad en el área de
Meteorología y Salud, denominado SISTEMA DE ALERTAS SOBRE OLAS DE CALOR Y
SALUD.
Estas poseen distintos niveles de acuerdo a las temperaturas y el grado de peligrosidad al estar expuesto al sol:
VERDE
Mínimo estado de vigilancia durante el verano.
Sin peligro sobre la salud de la población
AMARILLO
Las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas. Se requiere la toma de medidas preventivas.
NARANJA
Las olas de calor pueden ser peligrosas, especialmente para los bebes y niños pequeños, personas mayores de 65 años o aquellos con enfermedades crónicas. Es necesario cumplir las normas dadas por el Ministerio de Salud de la Nación frente a la ola de calor.
ROJO
Casos excepcionales de olas de calor.
Pueden afectar a todas las personas saludables, y no sólo a los grupos de riesgo.
BREVE DESCRIPCION DEL SISTEMA DE ALERTAS SOBRE OLAS DE CALOR Y SALUD
Este Sistema está basado en trabajos que se están
realizando en este Organismo, dadas las relaciones encontradas entre
temperaturas máximas, mínimas y la mortalidad diaria en la ciudad de
Buenos Aires, en la última década.
Los estudios realizados demuestran que hay una
relación entre las temperaturas y la mortalidad diaria en forma de “U”,
es decir, la población es susceptible a temperaturas muy bajas en la
época invernal y a temperaturas altas en verano.
El Sistema tiene una clasificación de situación de olas de calor y su efecto en la mortalidad:
ESTADO
|
EFECTO SOBRE LA MORTALIDAD
|
VERDE
|
SIN EFECTO SOBRE LA SALUD
|
AMARILLO
|
LEVE-MODERADO
|
NARANJA
|
MODERADO-ALTO
|
ROJO
|
ALTO-EXTREMO
|
El objetivo máximo a alcanzar con la implementación
de éste Sistema de Olas de Calor es poder anticipar a la población, con
la mayor antelación posible, situaciones meteorológicas extremas y sus
posibles efectos en la mortalidad, para que la misma aumente los
recaudos frente a las olas de calor.
¿Qué hago ante una ola de calor?
• Tomar mucha agua durante todo el día.
• Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras.
• Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
• Usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros.
• No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
• Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
• Usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más.
• Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
A los lactantes y niños pequeños:
• Darle el pecho a los lactantes con más frecuencia.
• Hacerlo beber agua fresca y segura.
• Trasladarlo a lugares frescos y ventilados.
• Ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca.
Para el resto de la población: si una persona siente mareos o se desvanece, hay que acostarla en un lugar fresco, bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces. Colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.
Si la temperatura corporal aumenta, hay que sacar la ropa de la persona afectada, pasar una esponja mojada por la cara, y, en lo posible, dar un baño corporal con agua helada. También es útil utilizar paños fríos y bolsas de hielo en la cabeza.
Los ancianos y quienes trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, que debe ser tratado inmediatamente. En estos casos, la temperatura corporal se eleva por encima de los 40 grados, el pulso se vuelve fuerte y rápido, se producen cambios en el estado de conciencia (somnolencia), la sudoración cesa y la piel se observa seca, caliente y enrojecida.
Otros síntomas de alerta son dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente y somnolencia y respiración alterada. Frente a ellos, es imprescindible concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.
• Evitar las comidas abundantes. Consumir alimentos frescos, como frutas y verduras.
• Evitar las bebidas alcohólicas, muy dulces y las infusiones calientes.
• Usar ropa suelta, de materiales delgados y de colores claros.
• No realizar ejercicios físicos en ambientes calurosos. Tomar líquido antes de comenzar cualquier actividad al aire libre.
• Protegerse del sol poniéndose un sombrero o usando una sombrilla.
• Usar cremas de protección solar (SPF en inglés), factor 15 o más.
• Evitar actos públicos o juegos en espacios cerrados sin ventilación.
A los lactantes y niños pequeños:
• Darle el pecho a los lactantes con más frecuencia.
• Hacerlo beber agua fresca y segura.
• Trasladarlo a lugares frescos y ventilados.
• Ducharlo o mojarle todo el cuerpo con agua fresca.
Para el resto de la población: si una persona siente mareos o se desvanece, hay que acostarla en un lugar fresco, bajo techo. Se le puede ofrecer una bebida rehidratante, pero nunca infusiones calientes ni muy dulces. Colocar agua fría en las muñecas proporciona alivio.
Si la temperatura corporal aumenta, hay que sacar la ropa de la persona afectada, pasar una esponja mojada por la cara, y, en lo posible, dar un baño corporal con agua helada. También es útil utilizar paños fríos y bolsas de hielo en la cabeza.
Los ancianos y quienes trabajan en ambientes calurosos y húmedos tienen mayor riesgo de sufrir un golpe de calor, que debe ser tratado inmediatamente. En estos casos, la temperatura corporal se eleva por encima de los 40 grados, el pulso se vuelve fuerte y rápido, se producen cambios en el estado de conciencia (somnolencia), la sudoración cesa y la piel se observa seca, caliente y enrojecida.
Otros síntomas de alerta son dolor de cabeza, sensación de fatiga y sed intensa, náuseas y vómitos, calambres musculares, convulsiones y sudoración importante que cesa repentinamente y somnolencia y respiración alterada. Frente a ellos, es imprescindible concurrir rápidamente a la consulta médica en el centro de salud más cercano.