Invitada por la Secretaría de Educación municipal Beatriz Janin, licenciada en psicología y presidenta de Fórum Infancias, Asociación Civil contra la medicalización y patologización de la infancia, brindó una charla sobre el uso de las tecnologías en la primera infancia destinada a los equipos de conducción de las instituciones educativas municipales.
Beatriz Janin aseguró que “el fuerte estímulo que provoca el uso de las nuevas tecnologías en los niños pequeños trae severas consecuencias en la adquisición del lenguaje y en el desarrollo de la motricidad”. Explicó que “cuando los adultos le dan el celular a los chicos para que se calmen en realidad le están ofreciendo, por el contrario, un estímulo que no está mediatizado por la palabra y que les da más información que la que pueden elaborar”. “Los bebés entienden mucho antes de poder emitir lenguaje por eso hay que enseñarles a nombrar al mundo, a conectarse con los otros, necesitan que les hablemos y que sepan que esperamos su respuesta porque esto no genera lo mismo que escuchar las palabras que emite un aparato”. Y en relación al rol que cumplen las instituciones educativas aseguró que “esto es clave porque nos encontramos con casos en los que fue la maestra la primera persona que le habló al niño, por eso es fundamental que los jardines maternales sobre todo, reciban a los chicos y les ofrezcan palabras y no pictogramas”.
Janin describió también las dificultades en relación al uso del cuerpo que conlleva el excesivo juego virtual: “La escuela recibe chicos aislados que repiten un movimiento sin sentido a causa de la excitación provocada por los estímulos de las pantallas, entonces es fundamental recuperar el juego y todos sus sentidos” y consideró también que “desde el Jardín hay que permitir el movimiento y el contacto con los otros, que se habiliten las sensaciones que no permite la pantalla, porque aprendemos a pensar en movimiento. Dejarlos moverse es permitirles que aprendan a pensar”. Al respecto comentó que en CABA quieren implementar la lecto-escritura a los 3 años y que “es un error, cada uno tiene su ritmo y el problema es que se ubique a los chicos en el lugar de espectadores pasivos. El tema no es que sepan todo a los 6 años, sino que tengan ganas de saber”.
También hizo una valorización del rol de la escuela como “el reservorio fundamental del país, el lugar donde es posible desplegar las subjetividades y armar algo diferente sosteniendo la esperanza” y enfatizó que “los alumnos no son de la maestra, son de la escuela, de la comunidad y de la sociedad. Lo que podemos aportar es que en las escuelas y en todos los ámbitos se permita que la vida fluya y que los chicos tengan futuros abiertos”.
Al finalizar, la secretaria de Educación Paula Lambertini,sostuvo que “es en la primera infancia donde podemos hacer la diferencia”. En ese sentido afirmó que “en base a todo lo que pudimos conversar en