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Un cinerario público en la Parroquia de Gonnet ofrece un espacio digno para recordar a las mascotas con gratitud y respeto. 🐾✨
*Por el Padre Gabriel Baci, Párroco de Gonnet
"Alabado seas, mi Señor, en todas tus creaturas…" rezaba San Francisco de Asís. Y con los salmos nos enseña la Palabra a decir: "Alaben al Señor las fieras y los animales domésticos" (Sal 148), "que todos los seres vivientes alaben al Señor" (Sal 150).
El Padre Gabriel Baci, párroco de Gonnet, explica: "Todo lo que existe es obra de sus manos y nosotros prestamos nuestra voz para elevar nuestra alabanza a Dios con y por todas las creaturas."
Presentar un cinerario para mascotas, señala el sacerdote, "entiéndase bien, no es humanizar a los animales, no es concederles un alma espiritual como la nuestra; solo es disponer un lugar donde depositar los cuerpos de quienes, reconocemos, fueron parte de la creación y que Dios nos dio la gracia de tenerlos por un tiempo compartiendo nuestra vida."
Perder una mascota, destaca, "también es hacer un duelo, y qué mejor que los duelos estén acompañados; necesitamos elaborar todo dolor humano que surja por la pérdida de algo en que hemos depositado nuestro cariño durante algún tiempo. Pensemos principalmente en los niños; ese ser viviente que formó parte de sus vidas necesita ser despedido y también depositarlo (no desecharlo) en algún sitio significativo. También eso forma parte del proceso de duelar con respeto la creación."
Nada creado por Dios debe ser despreciado ni desechado, pues "la creación es una expresión del amor y la bondad de Dios."
El Padre Gabriel invita a reflexionar: "Podemos pensar estos espacios como realidades a partir de las cuales animemos a las personas a ser agradecidas por haber encontrado algo de alegría en la convivencia con la creación. Ya no está esa mascota entre nosotros, pero, mientras estuvo, podemos decir: 'Alabado seas mi Señor' y cuando la recordemos podremos exclamar: 'Tú eres digno, Señor y Dios nuestro, de recibir la gloria, el honor y el poder. Porque has creado todas las cosas' (Ap 4,11)."
El sacerdote explica que recordar a nuestras mascotas es también recordar nuestro vínculo con las cosas creadas: "La creación (…) tiene que ver con un proyecto del amor de Dios donde cada creatura tiene un valor y un significado (…) La creación es del orden del amor. El amor de Dios es el móvil fundamental de todo lo creado" (LS 76-77). "Todo el universo material es un lenguaje del amor de Dios, de su desmesurado cariño hacia nosotros" (LS 84).
Finalmente, expresa: "Sí miramos hacia atrás, recordamos; y si miramos hacia adelante, tenemos la esperanza de que 'al final nos encontraremos cara a cara frente a la infinita belleza de Dios (cf 1 Cor 13,12) y podremos leer con feliz admiración el misterio del universo, que participará con nosotros de la plenitud sin fin. Sí, estamos
