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Un nuevo hecho de inseguridad golpe贸 a los vecinos de Gonnet. Ayer viernes 18, alrededor de las 19:30, el Parador de Medialunas Atalaya, ubicado en Camino Centenario y 490, fue v铆ctima de un asalto perpetrado por motochorros, quienes aprovecharon la falta de luz en la calle por un corte de energ铆a para actuar con impunidad.
Seg煤n el relato de una testigo, el local se encontraba en plena actividad, con numerosos clientes presentes. A medida que bajaba el sol y la zona quedaba a oscuras, la afluencia de personas comenz贸 a disminuir. Fue en ese momento cuando un delincuente encapuchado y con casco ingres贸 al establecimiento con un arma en la mano, amenazando a los empleados y exigiendo la recaudaci贸n del d铆a.
"La 煤nica luz que hab铆a era la del local. Sinceramente, no pudimos ver bien si hab铆a otro ladr贸n," coment贸 la testigo, quien tambi茅n asegur贸 que el delincuente s贸lo buscaba dinero, sin mostrar
Gonnet, Buenos Aires, 12 de enero de 2025 - Un matrimonio de jubilados fue v铆ctima de un violento asalto en su hogar ubicado en 493 bis, entre 20 y 21, en pleno coraz贸n de Gonnet. El incidente ocurri贸 pasadas las 17:00 horas, cuando dos hombres irrumpieron en la casa, despojando a la pareja de su tranquilidad y de sus pertenencias m谩s preciadas.
La mujer, fue sorprendida por un desconocido mientras se dirig铆a a la cocina. "No me mires, no grites si la quer茅s contar", le advirti贸 el ladr贸n, tom谩ndola por la espalda y tap谩ndole la boca. El sujeto la condujo r谩pidamente hacia su habitaci贸n, donde la sent贸 en un sill贸n. En ese momento, un segundo ladr贸n se uni贸 al asalto.
Una vez que lograron reducir a la mujer, los dos asaltantes buscaron al marido, quien se encontraba en el ba帽o. Al igual que su esposa, fue abordado por sorpresa y llevado hasta la habitaci贸n, donde ambos fueron inmovilizados con los cordones de sus propias zapatillas. Antes de atarlos, los delincuentes les exigieron que se despojaran de sus anillos y pulseras de oro.
El robo tom贸 un giro a煤n m谩s inquietante cuando uno de los ladrones, tras revisar la casa, sac贸 un tel茅fono de su pantal贸n y envi贸 un mensaje. A los pocos minutos, un tercer individuo apareci贸 en escena. Este nuevo miembro del grupo se encarg贸 del interrogatorio, exigiendo a la pareja que revelara la ubicaci贸n de los d贸lares que, seg煤n 茅l, guardaban en su hogar. Sin embargo, la pareja de jubilados no ten铆a lo que les estaban pidiendo.
Despu茅s de varios minutos de presi贸n, el delincuente comprendi贸 que no hab铆a d贸lares en la casa y