Llegó en una cajita, acompañado por su hermanito. Fueron entregados por unas niñas con una advertencia desgarradora: su abuela los iba a matar si no le encontraban un hogar. Talon tenía el cuerpo invadido de pulgas, tantas, que cerraba un ojito para que pudieran pasar. No era por miedo ni por sueño; era adaptación. Sobrevivir.
El destino quiso que su hermanito fuera dado en adopción y que Talon encontrara refugio en su mamá humana. Lo que empezó como una urgencia se convirtió en vínculo. Talon se transformó en parte del alma de la casa. En “el bebé de la abuela”. En el que, sin decir palabra, enseñó ternura.
Pero hubo un día en que Talon se ausentó del mundo. Estuvo internado, con suero, desorientado. Se refugiaba en una caja de piedras sanitarias, dentro de la jaula de la veterinaria. El miedo parecía ocupar más espacio que su cuerpo. Como los grandes personajes que resisten sin ruido, Talon eligió volver. Y lo hizo sin reproches, sin distancias. Lo hizo con amor puro.
Al regresar a casa, se escondió en su “baticueva”: el interior del placard, oscuro y silencioso. Allí estuvo dos días, sanando desde la intimidad. Poco a poco, volvió a ocupar sus espacios: el almohadón bajo el sol, la cama compartida, el gesto de pedir comida al amanecer, como si la vida pudiera empezar de nuevo cada día.
En el universo de League of Legends, Talon es un asesino que sobrevive entre sombras, guiado por la lealtad. En casa, nuestro Talon enseña otra forma de coraje: el que se expresa con miradas suaves, silencios que acompañan y vínculos que curan.
💫 “Esta no es solo la historia de un gato que superó la adversidad. Es la historia de un vínculo que se reconstruye sin rencores, porque cuando el amor es puro, siempre encuentra la forma de volver.”
🐾 Talon, un poema de dos mundos
Cruzó la vida en una cajita, sin honor ni capa,
con un ojito cerrado, dejando a la pulga su mapa.
No vino del juego, sino del miedo callado,
condenado por voces, por un pasado.
En League of Legends, Talon es sigilo y cuchilla,