Despidos injustificados, maltrato laboral y militantes que cobran sin trabajar: el lado oculto de la gestión de la República de los Niños

Lázaro Poblete, es un joven de sólo 22 años. Vive en un contexto social muy difícil, pero a pesar de que el entorno no ayuda, él quiere formar una familia y salir adelante. Alterna a su pasión por el fútbol, dos trabajos: el primero y el más importante es de empleado municipal por el que cobra $273.000 al mes.

Hace pocos días, se enteró que su novia está embarazada de alrededor de 4 semanas, con lo cual se empieza a cumplir el sueño. Ya no son una pareja, van a ser una familia.

La nota fue realizada entre el viernes y el domingo. Nunca quisieron atendernos, ¿por qué?

Los Miserables: Nicolás Marotta (militante de La Cámpora), director puesto a dedo en la República de los Niños por Ana Negrete, secretaria de Cultura; y Alejandro Scaglia –que habría ingresado como director para controlar a Marotta, pero hoy actúa como su secretaria, por que el régimen necesita una mano sucia y cobarde que ejecute su tarea-; tomaron la decisión de dejar sin trabajo, entre otros, a Lázaro Poblete. Tiene 22 años, es un pendej… y no se deja forre…r, “echalo a la mierda”, la frase que se le adjudica a Nicolás Marotta, porque el pibe cumple su horario, hace su trabajo, pero cuando no te prestás al juego político pasás a ser problemático.

La excusa:  Lázaro es morocho y a un guardia de seguridad que nunca detuvo al abusador y exhibicionista que ataca a las mujeres en la República

de los Niños, tampoco vio cómo robaron bicicletas y hasta una moto en la entrada del predio (Puesto 1), tuvo un altercado con Poblete.No hubo violencia física, tampoco insultos, simplemente Poblete, conociendo la inseguridad que hay en el predio no quería dejar su moto adelante, ya que es su único bien y medio de transporte, y guardarla en el galpón de los trabajadores del predio.

 

La verdad que el relato oculta: Tal como surge en el video, y es vox populi en República de los Niños, hay militantes que solo van a firmar, es decir, cobran sin trabajar y hay otras trabajadores y trabajadoras que por hacerle favores a los funcionarios, gozan del mismo privilegio.  Otra realidad es que necesitan que se liberen cupos para meter más militantes. “La Cámpora es así”, denuncia otro trabajador; como lo hicieron en el Hospital de Gonnet, hacen de cada lugar público un centro de adoctrinamiento militante, total la plata no sale de los dirigentes, la pone el contribuyente a través de sus impuestos. Y después quieren que la gente vaya a votar?

Las preguntas: Otra vez el relato confronta con la realidad, ¿no venían a defender a los trabajadores? ¿No venían a defender a los morochos, como ellos mismos les dicen? ¿Cómo dos tristes personajes Marotta y Scaglia le explicarán a sus nietos cuando algún día vean esta nota que cuando tuvieron un pequeño espacio de poder, lo utilizaron para demostrar lo que son: LOS MISERABLES.

Este es el primer informe que hacemos desde República de los Niños, de una serie que demostrará a lo largo de los próximos meses que la complicidad de los Miserables no está sólo en el maltrato al personal, hay cuestiones económicas, y de otra índole que los unen y las iremos exponiendo. A partir de todo esto quedará en claro, si la gestión banca a este tipo de seres, ya que tan sólo el silencio a este caso, habla como mínimo de complicidad. Están las caras de ellos, también estarán las caras de sus víctimas y habrán más videos sobre los hechos. Callar una injusticia, no sólo es complicidad, también es falta de empatía, algo muy necesario en esta sociedad en la que si despide y maltrata la derecha, está mal, pero si lo hace la izquierda ¿no es lo mismo? .