En una jornada marcada por el malestar de los automovilistas, los precios de las naftas y el gasoil experimentaron un nuevo aumento este lunes. Este incremento se da tras la reciente actualización del impuesto a los combustibles líquidos (ICL) y al dióxido de carbono (IDC) dispuesta por el Gobierno, que entró en vigencia el primer día del mes.
Además, las empresas decidieron trasladar a los valores en surtidor el efecto de la devaluación mensual establecida por el Banco Central (BCRA). Por lo tanto, el alza final para los consumidores oscila entre un 3 y un 4%, dependiendo de la ubicación geográfica.
Este incremento en los precios de los combustibles ha generado preocupación entre los ciudadanos, especialmente aquellos que utilizan sus vehículos de manera cotidiana. Muchos expresan su malestar ante esta situación, argumentando que impactará negativamente en sus economías familiares.
Se espera que esta nueva suba en los precios de los combustibles genere un debate entre los distintos
sectores políticos y sociales, ante la necesidad de encontrar soluciones que permitan mitigar el impacto en el bolsillo de los ciudadanos.Los consumidores, por su parte, deberán ajustar sus presupuestos y estrategias de movilidad para hacer frente a estos incrementos, que se suman a los desafíos económicos que atraviesa el país.
El panorama en los surtidores se presenta desafiante, con consecuencias directas en la economía de los hogares y en el desarrollo de la actividad comercial y productiva, mientras la sociedad busca adaptarse a estos cambios en un contexto de incertidumbre económica.