Por Lorena Tablada
Un poco de historia
Villa Elisa, un barrio con una historia tan rica como sus tierras, celebra su fundación y aniversario con un legado que se remonta a la estancia de Leonardo Pereyra y la de Jorge Bell. La zona, conocida inicialmente como “Paraje Estación Empalme Pereyra” tras la construcción del empalme ferroviario en 1884, experimentó un cambio significativo cuando las tierras pasaron a la Sociedad Anónima “Banco Mercantil de La Plata” en 1887.
La visión urbanística de Francisco Uriburu transformó el paisaje y el destino de estas tierras. Su solicitud formal para la aprobación de la traza urbana en 1887 culminó con la aprobación oficial del Poder Ejecutivo el 8 de mayo de 1888, marcando el nacimiento oficial de Villa Elisa. Los remates subsiguientes de parcelas dieron forma a la comunidad que conocemos hoy.
El barrio no solo lleva el nombre de Elisa, la hija de Uriburu, sino que también refleja la generosidad de Luis Castells, su yerno. En lugar de seguir la tradición de construir iglesias para ganar prestigio, Castells optó por un legado educativo y social, donando la primera escuela pública gratuita y mixta en
1890, y más tarde, la plaza que hoy lleva su nombre. Estas contribuciones fueron fundamentales para el desarrollo de Villa Elisa como un espacio residencial y comercial vibrante, especialmente durante los meses de verano.Hoy, Villa Elisa no solo conmemora su fundación, sino que también celebra la visión y el espíritu comunitario de aquellos que contribuyeron a su crecimiento y carácter distintivo.
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