La Asociación Argentina de Medicina Respiratoria da algunos consejos prácticos para evitar esta enfermedad
La neumonía sigue siendo la primera causa infecciosa de muerte a nivel mundial y es transversal a todas las edades. Con una tasa de mortalidad que no ha disminuido significativamente en los últimos 60 años, solo en 2019 -fecha de publicación de datos más reciente- causó más de 2,5 millones de muertes a nivel global.
En cuanto a datos nacionales, según el último Boletín Epidemiológico Nacional, entre enero y octubre 2023 hubo 148.571 casos de Neumonía, similar al mismo periodo de 2022 con 147.967 casos. Si bien existe una mejoría en los resultados que suponen los avances de la medicina en general y el tratamiento de la neumonía en particular, el aumento de la edad de la población y la mayor incidencia y gravedad de la neumonía en los adultos mayores, han diluido ese efecto positivo.
¿Qué es la Neumonía?
La neumonía es un tipo de infección respiratoria aguda que afecta a los pulmones. Éstos están formados por pequeños sacos, llamados alvéolos, que —en las personas sanas— se llenan de aire al respirar. Los alvéolos de los enfermos de neumonía están llenos de secreciones purulentas y líquido, lo que puede dificultar la respiración y limitar la oxigenación de la sangre en los pulmones. Esta enfermedad puede ser causada por virus, bacterias, hongos o parásitos.
Los virus constituyen una causa importante de neumonía (23%), tal como hemos visto en la pandemia por SARS-CoV-2 y también en la epidemia H1N1 del 2009. Dentro de las causas bacterianas de neumonía el Streptococcus pneumoniae, conocido como neumococo, es el más importante, provocando además varias enfermedades que se pueden manifestar como infecciones de la vía aérea superior (por ejemplo: otitis media aguda y/o sinusitis), o formas invasivas (meningitis, bacteriemia, abscesos) siendo estas últimas enfermedades de mayor mortalidad. Además del neumococo hay otros gérmenes que pueden provocar neumonía, aunque su incidencia es menor.
¿Cómo se contagia?
La neumonía puede propagarse por diversas vías, los potenciales patógenos pueden estar en el aire que respiramos, provenientes de alguna persona enferma o colonizada por virus como el de influenza o el virus sincicial respiratorio o por bacterias presentes comúnmente en la nariz o garganta que pueden multiplicarse en los pulmones luego de aspirarse.
¿Quiénes están más expuestos?
Niños pequeños.
Adultos mayores de 65 años.
Fumadores.
Pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, cardíacas, hepáticas, renales y con alteraciones funcionales del bazo o su extirpación quirúrgica.
Diabéticos.
Inmucomprometidos por causas varias.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Fumadores.
Pacientes con enfermedades crónicas respiratorias, cardíacas, hepáticas, renales y con alteraciones funcionales del bazo o su extirpación quirúrgica.
Diabéticos.
Inmucomprometidos por causas varias.
¿Cuáles son los principales síntomas?
Los síntomas de neumonía pueden ser generales, como fiebre, escalofríos, malestar general, o más específicos, como tos con secreción mucosa o purulenta, dolor en el pecho o falta de aire. Y muchas veces los pacientes llegan al diagnóstico cuando ya se encuentran en instancia de internación, por eso la prevención es clave para evitar casos de gravedad.
Recomendaciones para prevenirla
En niños: Sostener la lactancia materna, al menos hasta que el bebé cumpla los 6 meses y tener al día el calendario de vacunación para reducir las complicaciones en la salud y la mortalidad por infecciones respiratorias.
En adultos: Desechar adecuadamente los pañuelos, cubrirse la boca y la nariz cuando tose o estornuda, no fumar, evitar el hacinamiento y la calefacción a leña, ventilar frecuentemente la vivienda y lugares de trabajo.
Todas las edades: existen 2 vacunas que tienen indicación en niños y adultos con diferentes esquemas, la vacuna antigripal y la antineumocócica. Los adultos también pueden recibir estas dos vacunas mencionadas, que están presentes en el calendario nacional de vacunación para los adultos mayores de 65 años y en los portadores de enfermedades tales como cardiopatías, enfermedades pulmonares, insuficiencia renal, enfermedades hepáticas, diabetes entre otras.
La neumonía y sus complicaciones pueden prevenirse, en especial en los más pequeños y en adultos mayores, a través de la vacunación, de un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado. De todas formas, las tasas de vacunación son bajas, por lo que es muy importante hacer énfasis en la importancia de la vacunación contra Influenza y contra Neumococo, que son las principales causas inmunoprevenibles de neumonía.
Es clave destacar que la vacuna anual contra la gripe y la vacuna antineumocócica, están presentes en el Calendario Nacional de Vacunación y son gratuitas tanto en los centros de vacunación como en hospitales públicos del país, para personas que tienen alguna de las indicaciones antes mencionadas.
Asesoró: Dra. Laura Pulido (MN 127115), Coordinadora de la Sección de Enfermedades Infecciosas de la Asociación Argentina de Medicina Respiratoria.