Esta vez, los delincuentes se llevaron una bomba de agua, la segunda en tan solo dos meses. A pesar de estar amurada y encadenada, los ladrones lograron sustraerla utilizando un corta cadena, dejando a todos los afectados perplejos y frustrados. Los movimientos de los malvivientes quedaron registrados en las cámaras de seguridad del lugar.
Este hecho no solo pone en evidencia la creciente inseguridad que azota a Villa Elisa, sino también la falta de respuesta por parte de las autoridades competentes. "Hemos insistido en numerosas ocasiones ante la delegación y la comisaría local para que se incremente la presencia policial en nuestro
establecimiento, no sólo para prevenir este tipo de robos, sino también para garantizar la seguridad de los pacientes que acuden diariamente", indicaron desde el Sanatorio.Es lamentable constatar que los pedidos no han sido escuchados ni atendidos de manera adecuada. La falta de respuesta por parte de las autoridades deja en un estado de vulnerabilidad constante, donde la impunidad de los delincuentes parece ser la norma. Es inaceptable el desamparo y la desprotección.
La situación se agrava aún más cuando no se trata de un hecho aislado. La inseguridad se ha convertido en una realidad cotidiana en Villa Elisa.
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