Una vecina de 511 entre 19 y 20 contó en una carta escrita de puño y letra las peripecias que sufrió tras el robo de su casa ocurrido el 3 de febrero último cuando se ausentó apenas unas horas para ir a la casa de su hermana. Cuando volvió, encontró que rompieron el portón de entrada por una ventana habían arrancado la reja e ingresaron y revolvieron absolutamente todo.
Periplos por las comisarías de Gonnet y Hernández que ninguna tomaba la denuncia hasta que llegara la policía científica al domicilio, que a su vez, le advierte a la damnificada que si no había hecho la denuncia con antelación a su llegada de nada servían las pericias. La desazón en primera persona: "Ese día entendí a la gente que hace justicia por mano propia, porque yo la hubiera hecho", finalizó su carta en medio de la indignación.