
Un joven de 18 años se quitó la vida luego de que su ex novia lo acusara en las redes sociales de abuso sexual. Familiares y allegados del joven, exigen justicia y aseguran que el abuso nunca ocurrió y se manifestaron en la comisaría de Don Orione.
El hecho tuvo lugar el último domingo en una vivienda ubicada en calles Eva Perón y Río Carcarañá, en el partido de Almirante Brown. Thomas Fabrizio Pérez Ruiz, peluquero, se encontraba trabajando cuando se enteró que en Facebook su ex pareja, Florencia S. lo había escrachado por abuso sexual. Como consecuencia, comenzó a ser intimidado y hostigado: recibió amenazas contra él y su familia, y le aseguraron que le iban a “quemar” la peluquería.
Conmocionado por la denuncia pública, se fue hasta su casa. Horas después, su hermano lo encontró en la habitación, donde el joven se había ahorcado con un cinturón.
De inmediato, familiares de Thomas lo trasladaron hasta un centro de salud cercano, donde ingresó ya sin vida.
Tras la muerte del adolescente, sus familiares repudiaron en las redes sociales el accionar de la ex novia de Thomas. Aseguran que la denuncia por abuso es totalmente falsa y exigen justicia por la muerte del chico.
La familia de Thomas aseguró que su ex novia no realizó la denuncia por el supuesto “abuso sexual” en la comisaría o en la Fiscalía. En cambio, prefirió hacerlo a través de las redes sociales, lo que, para los padres de Toto, fue el desencadenante del suicidio del joven de 18 años.

Los padres del joven denunciaron a la ex pareja de su hijo, por acoso e instigación al suicidio. Marcelo y Érica, progenitores de Thomas, habrían mostrado en la Justicia un video de una transmisión en vivo que la joven hizo en su Instagram, donde se entera la noticia de la muerte de su ex. "¿Para qué me lo dicen? ¿Qué me importa a mí?", habría dicho.
El caso fue caratulado como “suicidio“ y quedó en manos de la Unidad Funcional de Instrucción N° 5 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora. Al ser denunciada formalmente por acoso e instigación al suicidio, Florencia S. podría enfrentarse a una condena de 1 a 4 años, pero sí mediare una coacción moral se lo considera un homicidio con una pena máxima de 25 años.