
A raíz de ese episodio y otros anteriores, el establecimiento cuenta con un patrullaje policial cuando un móvil recorre las inmediaciones para evitar que los docentes y auxiliares sean blanco de los delincuentes.
El Consejo Escolar había gestionado el pedido de presencia policial para frenar la ola delictiva en el
lugar y garantizar la seguridad de la comunidad educativa.