
Al parecer, los malvivientes redujeron a su víctima y para neutralizarla le produjeron un corte en la cara desde la oreja hasta casi el mentón produciéndole una cicatriz superficial.
El hombre asaltado no tuvo otra opción que entregar sus pertenencias. En tanto los motochorros una vez
que se apoderaron del botín, se dieron a la fuga.