Las autoridades municipales buscan impulsar una iniciativa para rematar las casi 3.600 motos que se encuentran arrumbadas en el galpón de la Subsecretaría, tras ser retenidas por los inspectores.
El año pasado, el Concejo Deliberante sancionó un proyecto que autorizaba a la Comuna a vender las motos secuestradas que pasaban más de seis meses sin ser reclamadas por sus dueños.
En ese marco, el intendente Julio Garro recorrió esta semana la dependencia de 20 y 50 junto a su titular, Roberto Digrazia, y en ese marco resaltó que “queremos acondicionar este espacio físico y para ello es fundamental avanzar con la compactación y venta de estos rodados que hace años están aquí abandonados”.
Al respecto, desde Control Urbano explicaron que “se están seleccionando las motos que se encuentran en buenas condiciones y no están judicializadas para ser enviadas a remate, y se aclaró que previamente se notificará a los propietarios, quienes tendrán 15 días para reclamar.
Digrazia sostuvo que “aquellas motos que no estén en buen estado podrán ser compactadas, mientras que las que tienen procesos judiciales por pedido de captura o intervención en delitos serán enviadas a un depósito judicial”.
Durante la visita al predio, el intendente también se encontró con alrededor de 20 vehículos oficiales
en desuso. Se trata de motos, autos y camionetas pertenecientes a diferentes áreas del municipio que han sido abandonadas allí por deterioro, falta de repuestos o problemas mecánicos, entre otros motivos.
Precisó que “estamos trabajando con mecánicos para ir reemplazando repuestos y arreglando las cuestiones que necesita cada uno y sacarlos a la calle nuevamente. Ya hemos recuperado cuatro vehículos”.
