“La clausura original se llevó a cabo noches durante un operativo en el que los inspectores del Municipio corroboraron que el comercio tenía vencido el certificado del Registro Provincial para la Comercialización de Bebidas Alcohólicas (REBA) y no contaba con ninguno de los matafuegos reglamentarios”, detalló el subsecretario de Convivencia y Control Ciudadano, Alberto Di Grazia.
Además, el bar no exhibía el plano exigido por los bomberos ni el indicador de capacidad permitida de acuerdo a los metros cuadrados del local, al mismo tiempo que presentaba una absoluta falta de higiene en los baños y ocupaba la vereda y la calzada con mesas y sillas sin el permiso pertinente, se
detalló.
Ante ese panorama, la Dirección de Inspección procedió a clausurar el local y colocó fajas en puertas y ventanas. “Se le informó a los propietarios que debían regularizar la situación para volver a funcionar”, agregó Di Grazia.
Anoche, durante una segunda inspección que tenía por objetivo verificar la normalización de las condiciones del comercio, los inspectores comprobaron que se habían violado los precintos reglamentarios y que el local estaba funcionando, por lo que se procedió a una segunda clausura pendiente de resolución por parte de los responsables.
Ambas actuaciones fueron realizadas desde la Dirección de Inspección y las actas emitidas fueron puestas a disposición de la Justicia de Faltas.
