Se convirtió en la “novela” del fin de semana largo y como tal terminó el último día del mismo, cuando languidecía la tarde.El final no por anunciado, dejo de ser emocionante.
Horas antes, mas precisamente por la mañana, el lazarillo de la Presidenta y ex candidato a presidente, Daniel Scioli, apoyo fervientemente la decisión de la señora, tirando definitivamente por la borda la tesis que “si Daniel gana, gobierna él”.
Había, mientras tanto, negociaciones en curso que se esperaban con expectativa.
A la mañana un escribano ya opinaba en contra los deseos de Cristina.
Un comunicado de Casa de Gobierno al medio día, señalaba que CFK llevaría los atributos al Congreso y los dejaría en ¿la portería? para que el presidente electo decidiera en donde y quien se los entregaría.
Empezaba a circular ya masivamente un “inquietante” Twitter de quien había tallado el bastón presidencial de que se lo llevaría a la Virgen.
Se prendió la alarma que Francisco, aún de mal humor por el resultado electoral y el empate de la votación en AFA, hizo colocar en el Vaticano para avisarle de los sucesos nativos, una foto del general que ante el peligro agita los brazos.
Minutos despues había otro twitter en donde se ofrecía otro “bastón de mando”.
De nuevo empate.
Esto del empate se esta volviendo una costumbre.
Hay una tregua para el almuerzo.
Entra un nuevo actor, la Justicia.
Un fiscal de indudable origen K, falla a favor de la tesis del gobierno electo en cuanto a quien manda.
Repuesta del ataque de nervios al ver que ya la justicia no le responde, manda a su lacayo que justamente esta a cargo de los “servicios de inteligencia” para denunciar un “intento de golpe de estado judicial” y que no están dadas las condiciones para asistir al Congreso.
Al mismo tiempo Mauricio Macri anuncia que no se pagara ganancias en el aguinaldo para los sueldos de hasta 30.000 pesos.
Jaque mate.
Esa es la buena noticia, la otra ya se convierte en una anécdota.
Cada uno se queda con lo que quiere o con lo que puede.
Cristina se despedirá el 9 en un acto con sus militantes, habrá dado otro paso de alejamiento del peronismo y creerá que se hizo su voluntad, ademas de llevarse el premio de la no foto y la no
historia.
La cuestión institucional no le importa. La revolución tiene costos.
Macri tendrá su fiesta tranquilo el 10 de diciembre y no deberá preocuparse por la presencia de la Cámpora, problema que a partir del once va ser exclusivamente del peronismo.
Vino desde el sur, vuelve al sur.
Un final desteñido para alguien que ejerció dos mandatos presidenciales.
*Consultor y analista político
Twitter: @r_jaen
