El 23 de febrero de 1958, Arturo Frondizi, candidato de “veinte millones de argentinos” por el “desarrollo económico, la legalidad constitucional y la paz social”, según lo describe Alain Rouquié, fue casi una invitación para Macri en su búsqueda de una referencia clara en donde anclarse en la historiografía política nacional.
Casi 57 años despues, la palabra desarrollismo vuelve a los primeros planos de la política nacional, ahora fuertemente asociada a la imagen de “la gestión Frondizi” ya reivindicado como uno de los políticos mas lúcidos de la argentina del siglo xx.
La palabra, desarrollismo, ha ido creciendo en distintas etapas de esta campaña y si bien un porcentaje relativamente escaso del padrón electoral conoce su significado en la historia de la política local, los focus groupe de ambos candidatos han dado cuenta del “valor” de esa palabra para una gran parte del electorado.
Algo de futuro, algo de trabajo, algo de crecimiento y mucha gestión, son las vinculaciones naturales que surgen de los grupos de estudio.
Claro está, Scioli tampoco, aunque algo tarde, se pudo substraer a ella.
La gran paradoja es que mas de medio siglo después, nuevamente la “palabra” resulta útil para encontrar “una salida” despues de doce años de administración de signo peronista.
La ves anterior habían sido diez.
Por si faltaba algo, en el equipo de Macri hay un Frigerio, la simbología esta consolidada.
¿Sera entonces Macri un industrialista que cree en el mercado en tanto y en cuanto el estado planifique sus objetivos?
¿Llevará adelante una política insignia del desarrollismo: el autoabastecimiento energético?
¿Le propondrá al campo una tercera revolución tecnologica de la mano de precios competitivos?
¿Tendra una audaz política exterior de inserción de la argentina en el mundo?
¿Se animará a una verdadera reforma educativa?
¿Tendrá Vidal la enjundia y la honestidad del “Bisonte”?
A la palabra sera necesario llenarla de contenido.
Finalmente no podemos evitar preguntarnos si Frondizi estaba 50 años adelantado o nosotros ahora estamos 50 años atrasados.
Me atrevo a decir que un poco de cada cosa.
Macri propone el desarrollismo desde el cambio y Scioli lo hace desde una posición conservadora.
De cualquier manera no es menor en el escenario en que llegamos al balotaje: con dos candidatos que se tratan de presentar como razonables administradores del estado, que han debatido publicamente como “dos simples mortales” y NO COMO CREADORES DE UNA NUEVA ERA.
Parece poco, pero es mucho.
(*) Consultor y Analista político. Jefe de Asesores del Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores de la Cámara de Diputados de La Nación. Período 2010/2011.
Director Ejecutivo del Estudio sobre las Relaciones Internacionales de La Argentina. (CARI).2010/2006/2002)
Director Ejecutivo del Observatorio del Estado de Derecho para Iberoamérica, Brasil y Portugal. (2006/2007).(UIBA).
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