Jésica Garavaglia, de 32 años, apareció muerta hoy, luego de haber estado desaparecida por 20 días, tras haber escapado del Hospital Pedro Fiorito, donde se encontraba internada por un Accidente Cerebro Vascular (ACV).
Alejandro, el marido de la mujer, encabezó la búsqueda y ahora culpa a las autoridades del hospital por no haber proporcionado los mecanismos de seguridad suficientes para impedir la fuga de la paciente.
Al respecto, el director ejecutivo del establecimiento, Hugo Pardo, había precisado que la paciente ingresó en el centro asistencial "el domingo 2 de agosto, a las 20, por guardia, con un aparente cuadro de ACV y, al otro día, alrededor de las 20, cuando se le van a hacer los controles clínicos, se
encuentra la cama vacía y no se encuentran sus pertenencias".
El director ejecutivo del establecimiento sanitario había resaltado que el hospital cuenta "con cámaras que están a disposición de la Justicia, para ver si se puede ver el momento justo cuando (presuntamente) se va esta persona sola o acompañada". Sin embargo, el personal del nosocomio revisó algunas imágenes y no pudo "observar nada".
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