No se puede decir que Neymar haya disfrutado este Mundial. Después de su desahogo en llanto tras el triunfo ante Chile, la lesión, las dudas y la renguera, el crack brasileño se presentó al partido frente a Colombia y, si bien tuvo una correcta actuación, debió salir reemplazado con fuertes muestras de dolor. El delantero recibió un rodillazo de Zúñiga en la espalda cuando intentaba dominar y no pudo seguir en cancha (en su lugar ingresó Henrique). Se fue llorando directo al Hospital San Carlos de Fortaleza. Y ahí llegó el diagnóstico menos deseado: fractura de vértebra y adiós a la Copa del Mundo.
“No es muy grave pero no podrá recuperarse a tiempo. En una semana no puede estar. Tiene expectativa de recuperación es muy buena, no tendrá problemas en el futuro. Pero deberá estar una semana inmovilizado”, señaló el médico de la selección brasileña Rodrigo Lasmar. Inmediatamente
los demás integrantes del plantel salieron a confirmar la baja. “Es una noticia muy triste. No esperaba esto. Todo el mundo festejaba la victoria pero esta novedad es tremenda. Es triste, frustrante. Todo el mundo habla del arbitraje que apoya a Brasil y miren esto...”, agregó Hulk. Y sentenció: “Se cuidó tanto para la Copa y ahora le pasa esto. Tenemos que superarlo. Merece que dejemos todo por él”.
El volante Fernandinho, por su parte, coincidió que la pérdida es dolorosa por la influencia del delantero en el plantel y el modo en el que ha absorbido la presión durante todos los partidos previos (cuatro goles en cinco partidos): “Deberemos fortalecernos como grupo. No tenemos otra. Espero que se recupere lo antes posible. Nosotros deseamos ganar la Copa para dedicársela”.
Neymar se despide del Mundial que soñó con un desenlace totalmente inesperado. Oscuro. Y triste.
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