Todo comenzó el 3 de julio último, cuando la rotura de una caño maestro, obligó a evacuar las sedes de Tribunales y del Ministerio Público Fiscal, que comparten la parcela urbana delimitada por las calles 56 y 57, entre 7 y 8. Desde entonces la caldera dejó de funcionar y, por falta de uso, los mecheros ya muestran síntomas de oxidación.
Pasaron veinte días de la rotura de la tubería (sobre ella se desplomó parte de un contrapeso de uno de los ascensores) y la actividad se desarrolló normalmente.
Sin embargo, nada hace suponer que tras la vuelta de la feria judicial, el servicio de calefacción funcione correctamente. Desde hace varias semanas, gasistas intentan solucionar los problemas, aunque explicaron a Tinta Judicial que la tarea será “complicada”
Fuente: Tinta Judicial
