En tanto Javier Quiroga fue condenado como "autor" de la masacre. El fiscal y los abogados acusadores recurrirán en Casación
El Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) III de La Plata condenó a Javier Quiroga por el denominado cuádruple femicidio perpetrado en el barrio platense La Loma y absolvió a Osvaldo Martínez, sobre quien pensaban tres pedidos de reclusión perpetua y uno bajo la modalidad de prisión.
Los jueces emitieron su veredicto y encontraron culpable a Quiroga declarándolo autor del múltiple homicidio, aunque postergaron la especificación de la pena y el encuadre legal del caso para el viernes 18 de julio, a las 17.
Apenas la secretaria del TOC III, Romina Marchioni (acompañada por Andrea Lamamy), leyó el veredicto estallaron en la sala gritos e insultos de parte del público hacia los magistrados, por lo que éstos ordenaron a los policías que desalojaran el lugar.
Cuando se leyó el veredicto, los allegados a Martínez descargaron en júbilo y se fundieron en un abrazo junto a su abogado defensor, Julio Beley, mientras en las escalinatas de Tribunales medio centenar de manifestantes protestaba con pancartas bajo la consigna “Justicia corrupta, basta de femicidios”.
La fiscalía y los acusadores particulares habían pedido que Martínez y Quiroga fuesen condenados a reclusión perpetua por los asesinatos a golpes y puñaladas de Micaela Galle (11), su madre Bárbara Santos (29), su abuela Susana de Bárttole (63) y una amiga de la familia, Marisol Pereyra (35).
Martínez era novio de Santos al momento del hecho y solía visitar la vivienda en que ella vivía con su hija y su madre, Micaela y Susana, respectivamente, y Quiroga realizó algunas refacciones en la casa situada en el barrio platense La Loma.
El juicio oral y público por el cuádruple crimen comenzó el 6 de mayo. Declaró casi un centenar de testigos, incluidos familiares de las víctimas; vecinos de la vivienda donde fueron asesinadas las mujeres, peritos, médicos, policías y hasta el periodista Fernando Tocho, quien realizó una investigación periodística que dio paso a la publicación del primero de los libros del caso, en la que adelantó la absolución de Martínez en el capítulo 6 bajo el título “El perejil”. El libro fue declarado de interés municipal por el Concejo Deliberante de la Plata.
También el reportero gráfico de Diagonales Matías Adhemar recibió un llamado de atención del Tribunal por haber fotografiado la declaración de Quiroga mientras la escribía durante el transcurso de una de las audiencias.
La sala fue desalojada en medio de un clima tenso. Mientras periodistas de medios televisivos nacionales atraídos por la culminación del debate se peleaban con el personal penitenciario afectados al operativo de seguridad, los familiares de las víctimas insultaban a los jueces y le gritaban “asesino” a Martínez.
En conferencia de prensa desarrollada en el tradicional bar Almendra (ubicado en la esquina de 8 y 57, frente a la sede del fuero Penal platense), Martínez agradeció a los jueces y se lamentó al considerar que la investigación del fiscal Álvaro Garganta “estuvo llena de irregularidades”.
“Alito” (tal como sus amigos llaman al joven) afirmó que “siempre” mantuvo la “tranquilidad sobre su inocencia”, al mostrarse conforme con su absolución en el juicio por el cuádruple femicidio perpetrado en noviembre de 2011.
“Yo siempre tuve la tranquilidad de mi inocencia y lo que siempre necesité fue un tribunal como corresponde”, declaró a los periodistas tras al fallo absolutorio.
Para Martínez, “lo que quedó claro en este juicio” es que Javier Quiroga “está adentro” del departamento en que ocurrió la matanza y “afuera estaba el remisero (Marcelo Tagliaferro)”.
Y dirigió sus sospechas sobre el papel del transportista al manifestar que “del remisero no se sabe absolutamente nada, ni siquiera la dirección”. “Sin dudas el remisero pudo haber tenido algún papel, pero el fondo de investigación fue sobre mi culpabilidad. El remisero sólo quería los 300.000 pesos” que se ofrecían de recompensa, concluyó.
Sobre el posible móvil de la cacería, Martínez consideró que “es difícil formar una hipótesis” porque, se quejó, “el fiscal (Álvaro Garganta) lo único que hizo fue investigarme a mí”.
“Hay que ponerse en la mente de un asesino y eso es realmente imposible”, evaluó.
“Siempre consideré que este tribunal era bueno, y lo que yo necesitaba era que me juzgaran magistrados justos. Siento odio hacia Quiroga, porque mató a cuatro personas, entre ellas mi novia”, dijo Martínez tras conocer el veredicto.
Reiteró, no obstante, que “no quedó nada claro” en el juicio, y remarcó: “lo único que quedó claro es que soy inocente y Quiroga culpable, nada más”.
Posteriormente, cuestionó el trabajo del fiscal Garganta y consideró que “su labor fue desastrosa, absolutamente, a tal punto que hoy, a pesar de que yo estoy libre y Quiroga detenido, no se sabe absolutamente nada” de lo que ocurrió en noviembre de 2011.
Martínez, apenas se conoció el veredicto, fue abucheado por las víctimas de los familiares, y al respecto dijo: “me llama poderosamente la atención. Me gritaron asesino y al verdadero asesino que fue Quiroga nadie le dijo nada”.
“El único que le dijo asesino a Quiroga fui yo, cuando me senté a declarar y hoy le grité sos un cagón. Sin embargo, los familiares de las víctimas no le dijeron nada”.
Todos a Casación
Daniel Galle, padre de Micaela, consideró que el veredicto que condenó a Quiroga como autor de la masacre y absolvió a Martínez “es una vergüenza”.
“Obvio que vamos a apelar, estoy convencido de que Martínez también es culpable”, dijo Galle, tras lo cual manifestó que los familiares de las víctimas van a recurrir a Casación con el objetivo de anular el fallo.
“Vamos a ir a Casación, no nos vamos a quedar de brazos cruzados con este fallo, que es una vergüenza, estaba todo acomodado”, expresó entre sollozos en las escalinatas de los tribunales platenses.
“Todavía no puedo creer este veredicto, a mi hija la masacraron”, expresó Galle.
La resolución fue dictada por los jueces Ernesto Domenech, Andrés Vitali y Santiago Paolini. El veredicto del caso y la sentencia a Quiroga se conocerán este viernes 18 de julio, a las cinco de la tarde.
El albañil formoseño Quiroga llegó al juicio detenido, porque se encontraron 18 huellas con su ADN en la escena del crimen, mientras que Martínez estuvo preso en los primeros días de cometido el hecho, pero luego quedó en libertad por “falta de mérito”, ya que no se encontró ningún tipo de vinculación con la masacre.
El fiscal y los acusadores particulares recurrirán la absolución de Martínez ante Casación.
La masacre
El hecho fue denunciado el 27 de noviembre de 2011. Fue perpetrado en el departamento 5 de la calle 28 al 467. Los policías que ingresaron al lugar alertados por un vecino que vio un lago de sangre en el pasillo observaron en el living el cadáver de la novia de Martínez, quien estaba desnuda, ya que había sido sorprendida por su asesino cuando se duchaba. Tenía 32 puñaladas.
En tanto, la hija de Santos, Micaela Galle, fue hallada en un dormitorio, también asesinada a golpes y cuchilladas. En la cocina, fueron encontrados los cuerpos de la madre y abuela de las dos primeras víctimas, Susana De Bárttole, y de una amiga de ésta, Marisol Pereyra.
Al día siguiente fue detenido Martínez, a quien se lo acusó inmediatamente, aunque no se encontraron sus huellas en el lugar del hecho, por lo que tras estar encarcelado más de un mes, fue puesto en libertad, mientras que Quiroga, luego de una serie de investigaciones, fue detenido. Su ADN se encontró en diversas partes de la casa, en el cabello y las uñas de las víctimas.
El juicio
Durante el extenso juicio, declararon más de cien testigos y uno de ellos fue el remisero Marcelo Tagliaferro (imputado de “falso testimonio”), quien afirmó ante los magistrados que la noche del crimen llevó a Marisol Pereyra a la casa donde fue asesinada y la persona que recibió a la chica fue Osvaldo Martínez.
Sin embargo, pese a la reconstrucción del hecho, los jueces no dieron por acreditada la versión de Tagliaferro, a quien en un principio otro abogado defensor de Martínez (Marcelo Mazzeo) lo denunció por “falso testimonio”.
Durante el juicio, el defensor oficial de Quiroga, Ricardo Fuente, consideró que “no se encuentra acreditada la coautoría” de su defendido, pese a que el imputado reconoció haber estado presente durante los homicidios y su ADN fue hallado en el lugar.
“El ADN de Quiroga hallado sólo cuenta que estuvo ahí, no que participó” en el hecho, aseguró el defensor. Y agregó que hubo “contradicciones en la investigación” y que por ello “las pruebas
(reunidas por los peritos) están viciadas de nulidad”.
Fuente, en su alegato, sostuvo que la escena “fue urdida por Martínez”, en referencia a que supuestamente fue éste último quien mató a las mujeres y lo hizo presenciar la secuencia de forma tal que pudiera incriminarlo.
El abogado Julio Beley, defensor de Martínez, por su parte, se preguntó si su cliente “es imputado o víctima” y consideró que es “la quinta víctima porque le mataron a su novia y le destruyeron sus sueños”.
“No existe certeza de que Martínez haya participado en nada, son indicios infundados”, sostuvo el letrado, quien insistió en que el joven no estuvo en el lugar del hecho y acusó a Quiroga de ser el homicida.
El fiscal Álvaro Garganta, al momento de solicitar las penas de reclusión perpetua para ambos, pidió a los jueces que valoren como agravantes en relación al hecho la pluralidad de víctimas, la crueldad en los medios empleados y el haberse valido de la confianza de las víctimas, lo que, a su criterio, lo deja al borde de la alevosía.
Fuente: Tinta Judicial
Primer Diario Digital de Gonnet y la zona norte de La Plata
Portal informativo de Gonnet fundado el 24 de mayo de 2010
Clima en Gonnet
Más previsiones: oneweather.org
viernes, 18 de julio de 2014
..
Gracias por visitar nuestro Diario Digital
Envianos tu información, tu noticia, tus fotos, a través de nuestro correo electrónico: diariodegonnet@gmail.com
También podés contactarnos a través de Twitter: @MagazineGonnet
Hacemos el primer diario digital de Gonnet y la zona Norte de La Plata .
Todo el contenido (textos y fotografías) de este portal no podrá ser utilizado o reproducido, total ni parcialmente, sin el permiso de su editor.
