Mucho se habla de la falta de fondos para mejorar la oferta salarial de los docentes, pero poco se dice de los 3.000 millones de pesos que gasta la provincia de Buenos Aires en subvencionar a escuelas privadas que lucran con un derecho esencial que es la educación y al cual todos deberíamos acceder libremente y con igualdad de condiciones.
Grandes sumas de dinero son destinadas a la subvención de escuelas privadas
Es sabido, aunque secreto a voces, que los grandes beneficiados de esos "subsidios" son la curia y otros emprendimientos educativos que cuentan con esa financiación cuando las escuelas públicas tienen terribles deficiencias edilicias y estructurales.
Muchos hijos de funcionarios e importantes empresarios concurren a ese tipo de escuelas que no tienen el flagelo de los paros docentes (Sadop difícilmente se pliegue a las medidas o solamente amaga y luego concilia), no tienen baños rotos, aulas inundadas, techos con filtraciones, cocinas
infectadas de insectos, falta de insumos como tizas, marcadores para pizarrones y una innumerable lista de falencias que sí existen en las escuelas públicas.
La pregunta del ciudadano de a pie que todos los días madruga para ir al trabajo es ¿por qué no hay dinero para los docentes públicos y si se financia una educación de elite con el dinero de todos?
