La madre y la hermanita de la víctima, sin consuelo. Foto: @martinenlared |
Luciano Peralta era padre de tres niños y se ganaba la vida como jardinero. Hacía poco tiempo se había separado de su esposa, pero “la relación era buena”, contó a Diagonales Norma Silguero, la madre del fallecido.
La dramática historia comenzó en la tarde noche del domingo 27 de octubre cuando –según la policía– un llamado telefónico al 911 alertaba sobre un presunto robo en pleno proceso (bajo la modalidad escruche) en una vivienda de 133 y 526. Una comitiva policial de la seccional Décimoprimera llegó al lugar y detuvo a
Luciano delante de sus hijos.
“Estaba cuidando a sus hijos en la casa de su ex esposa. Mi ex nuera (Esther Cerrudo) lo había llamado para que cuide a los nenes mientras ella iba a hacer unas cosas personales”, relató Silguero. Y abundó: “Los policías cargaron en la camioneta una moto y se querían llevar la bicicleta de mi nieto”.
Luciano fue encerrado en los calabozos de la seccional policial ubicada en pleno corazón de “La Favela” platense. Pedía por su madre y su esposa. Ambas llegaron hasta le seccional e intentaron explicar que el joven no estaba robando sino cuidando a sus propios hijos. “Mi ex nuera le explicó al comisario que ella lo había llamado para que cuide a los chicos, pero el comisario le insistía para que declare como testigo y le cambiaron todo lo que dijo”, aseveró indignada la madre de la víctima.
“Esther me contó que ella le dijo a los policías que mi hijo siempre decía ‘si no volvés conmigo me mato’ y los policías pusieron en la declaración ‘si no volvés conmigo te mato’”. Esa diferencia de una letra lo mantuvo tras las rejas al joven.
La madre peleó con la palabra por la libertad de Luciano. “Un policía me mostró un arma que dicen estaba en la casa de mi ex nuera, yo nunca vi a mi hijo armado, el policía me dijo que él los apuntó, pero mi hijo le tenía terror a la policía”, sostuvo la mujer en entrevista con este medio.
Cuando ya era un hecho consumado que Luciano iba a pasar la noche tras las rejas, la madre le compró “seis empanadas y un jugo Baggio” para que cene, comida que compartió con un compañero de celda. “Mi hijo me pidió que le compre comida a los dos, mirá el corazón que tenía”, expresó la madre; “tengo el alma desgarrada”, describió su dolor.
Traslado. A primera hora de este lunes 28 de octubre, tras pasar toda la noche encerrado, Peralta fue llevado a la sede del fuero Penal platense. Minutos después de las 11 de la mañana se entrevistó con María Esther Vigorelli, defensora oficial en turno, quien le notificó que se iba en libertad. “Luciano no entendía nada, estaba como perdido”, recordó la madre.
“Flaco te vas a tu casa, estás en libertad”, fueron las últimas palabras que escuchó de parte de un empleado judicial antes de sufrir una crisis de nervios que derivó en convulsiones y, tras varios minutos de temblores corporales, falleció.
“Cuando Luciano estaba en plena crisis le pedí a los guardias que me dejen pasar, que me dejen hablar con él, yo lo podía contener y calmar, pero no me dejaron. No apareció ningún médico y la ambulancia jamás llegó”, aseguró su madre a Diagonales. El cuerpo de Peralta estuvo tirado varios minutos en el piso de una de las oficinas de la Defensoría 6 de La Plata. La única asistencia de sanidad que recibió de parte del Estado fue el auxilio de dos policías con guantes de látex. Luego llegó la camioneta de la morguera y se retiró el cadáver.
Por este episodio se abrió una causa en la fiscalía en turno a cargo de Juan Cruz Condomí Alcorta caratulada “averiguación causales de muerte”. El resultado de la autopsia será clave para determinar las causas del deceso, pero aquí se abre un interrogante. Según la familia, el joven estuvo ilegalmente detenido en sede policial, lo que implicaría que se debe relevar de la investigación al cuerpo de Policía Científica ante la posibilidad (o no) de una responsabilidad de personal de la fuerza de seguridad.
En este caso el cuerpo debe ser analizado por expertos de la Asesoría Pericial de la Suprema Corte bonaerense, pero la víctima murió en una dependencia judicial que “no cuenta con servicio médico en el lugar”, explicaron fuentes consultadas al respecto. “Nunca se vivió una situación de estas características, puede haber un vacío legal”, explicó un juez de Garantías consultado.
Fuente: Diagonales.com
Por Martín Soler
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