“En menos de una década hemos recuperado todos los colegios de la UNLP; basta con recordar lo deteriorados que estaban la Anexa, el Nacional y el Liceo –este último casi sentenciado a la demolición-“, señaló Tauber.
El titular de la UNLP afirmó además que “hacer realidad el edificio propio para el Bachillerato es saldar una deuda pendiente con nuestra comunidad educativa; es seguir aportando a la construcción de la escuela pública como herramienta fundamental para el desarrollo del país”.
Desde su creación en 1956, el Bachillerato de Bellas Artes jamás tuvo una sede propia, y funcionó –hasta ahora- en un sector limitado del edificio de la Facultad de Bellas Artes. En pocos días, los 800 alumnos del Colegio comenzarán una nueva historia en el que se llamará Edificio Noche de los Lápices, ubicado en calle 10 y 63.