(Comunicado de prensa de la Agrupación Hijos del 55 - Por Marcelo Ardeti)
Desde el año 76 el pueblo vino soportando un acelerado proceso de marginacion y exclusión, en lo concreto y palpable y dentro del marco de las ideas; el secuestro, la tortura y la desaparición y se le negó la posibilidad de empleo, el acceso a la salud y a la educación, los campos dejaron de producir, las fabricas se cerraron, los hospitales se deterioraron, sin insumos, y sin personal o poco y muy mal pago, el cuadro de situación al 25 de mayo de 2003 ya lo conocemos, la argentina estaba siendo terminada de saquear y el pueblo en la calle o en sus casa sin nada para comer.
Analizar la inseguridad solo desde el punto estadístico o mediático es hablar en los términos que habla la oligarquía, son los términos que nos pretende imponer el enemigo y su poderoso multimedio, y si bien las estadísticas reales dicen que la argentina esta por debajo de la media o igual que el resto de los países con menor nivel de asesinatos esto no es justificativo para desligarse del problema.
Para poder solucionar el problema hay que analizar su origen, en la primer parte de esta nota realizamos rápidamente un escueto análisis de la situación en que se encontraba la nación en el año 2003, a consecuencia de políticas capitalistas llevadas adelantes, tanto, por procesos dictatoriales, como democráticos, políticas implementadas desde el año 1955 y profundizadas en 1976, todas acciones en perjuicio de la clase trabajadora y el pueblo y en beneficio de la usura y la entrega, es así que llegamos a depender de lo que mandaba el FMI, sus socios internos, y la banca internacional.
El primer paso de gran importancia para avanzar sobre la inseguridad fue el pago de lo “adeudado” al FMI, la argentina recupera parte de su soberanía económica.
La construcción de una economía para el beneficio y el servicio del pueblo, es la herramienta del Proyecto Nacional y Popular para atacar los índices de delincuencia y bajar el nivel de criminalidad.
Bajar los índices de criminalidad no es bajar la edad de imputabilidad o implementar la pena de muerte, bajar los índices de criminalidad es generar trabajo y generar seguridad social
La construcción de cárceles que posibiliten una vida digna, dentro del marco de la privación de la libertad, programas de re inserción social para los ex-convictos, como así también pertrechos para las fuerzas de prevención, son medidas que cualquier gobierno progresista, dentro de un marco de una economía favorable, trataría de llevar adelante, y son de echo acciones que el gobierno realiza actualmente.
El proyecto nacional y popular va mas allá de meras medidas “progresistas”, ataca la raíz del problema, recuperando soberanía económica dirige recursos hacia la educación, la salud, la producción y el trabajo.
Mas del 6% del PBI para educación, Asignación Universal por Hijo, Programa Jóvenes, Plan Fines, Programa Argentina Trabaja, subsidio a usuarios de la red eléctrica subsidios a usuarios del transporte, subsidios a fabricas para el pago a sus empleados, etc.
Otra parte de este problema son las fuerzas de seguridad, que se dedicó por años a secuestrar, robar y reprimir a la población a nivel nacional se a avanzado, imponiendo justicia, en poner a las fuerzas nacionales en la tarea que les corresponde, pero las policías provinciales y especialmente la bonaerense y los métodos implementados desde la provincia que administra Scioli, no pretenden solucionar el problema, solo esconderlo, la bonaerense mantiene un alto nivel de corrupción y el ministro Casal las ampara. Como conclusión tenemos que el camino hacia una patria mas segura en todo sentido es a través de la seguridad social, la educación el trabajo, y fuerzas de prevención honestas y al servicio del pueblo, ese el camino para bajar los indices de criminalidad, y este camino es diario y está plagado de enemigos que vienen acumulando poder hace 50 años.
Marcelo Ardeti es referente platense de la coordinadora John William Cooke. Es hijo de Enrique Néstor Ardeti, quien se encuentra desaparecido desde el 6 de agosto de 1979.
