La iniciativa llevada adelante por la concejal del Frente para la Victoria-Partido Justicialista, Valeria Amendolara, propone actualizar la normativa vigente en cuanto a lo edilicio, la seguridad e higiene y las reglas de convivencia para garantizar los derechos de los pensionistas.
El proyecto sobre renovar la reglamentación para Pensiones y Residencias Estudiantiles viene discutiéndose desde el año pasado en distintas comisiones del Concejo Deliberante a raíz de un proyecto presentado por la edil del Frente para la Victoria-Partido Justicialista, Valeria Amendolara. Además la concejal convocó a varios foros de análisis y debate para modificar el texto original de la norma y enriquecerlo con el aporte de todas las partes interesadas en el tema.
"A partir de marzo estaremos ultimando los detalles de la ordenanza que regularán los establecimientos de pensiones. La misma se trabajó durante todo 2012 con los distintos sectores involucrados en la temática, tanto la Universidad, el Colegio de Martilleros, pensionistas y propietarios de pensiones, además de las distintas áreas del municipio", sostuvo Amendolara.
Los estudiantes de la Universidad Nacional de La Plata presentes en las reuniones de agosto y octubre del año anterior solicitaron que la ordenanza contemple "las pautas básicas" que debe contener el contrato del alquiler temporario en cuanto al precio y "reglas claras" sobre los lapsos del acuerdo y las causas de rescisión.
Por su parte, la Asociación Platense de Inquilinos, representada por el presidente y la vicepresidenta de la entidad, Germán Schierff y Estela Fernández, propuso que la normativa contemple no sólo a los estudiantes sino también a las personas que recurren al sistema de pensión.
También se escucharon reclamos por parte de los propietarios de las pensiones, quienes aseguraron que les resulta muy difícil reasegurarse el cobro mensual, dado que promediando el año muchos estudiantes dejan el lugar y no pueden cubrir esa plaza; y que a veces la convivencia no es fácil y hasta se producen hurtos.
De los encuentros participaron también los concejales Javier Pacharotti (Presidente), Jacinta Tritten, Julia Larcamón, Gustavo Luzardo, Pedro Borgini y Fernando Gando; el Director de Obras Particulares de la Comuna, Luis Larroque; el Director de Mediación Comunitaria, Pablo Márquez, el Subsecretario de Servicios Públicos y Relaciones de Consumo, Roberto Daoud; la prosecretaria de Asuntos Estudiantiles de la UNLP, María Luisa Cerutti; y representantes del Colegio de Martilleros.
"Hubo reclamos de todo tipo. La idea fue escuchar y analizar todo lo que aportara para poder mejorar el proyecto", afirmó Amendolara, y agregó: " El objetivo primordial es resguardar la seguridad de los pensionistas. Básicamente la ordenanza plantea, por un lado, todas las cuestiones edilicias y de seguridad en infraestructura, y por el otro, los aspectos contractuales".
"Además la Subsecretaría de Servicios Públicos y Relaciones de Consumo, que se encargará de regular la ordenanza, recibirá las denuncias si las pensiones no cumplen con esta nueva reglamentación", concluyó la concejal.
Como resultado de ese proceso de análisis y aporte de ideas al que fue sometido el proyecto, la norma fue modificada hasta la conformación de un texto final que será aprobado cuando el Concejo Deliberante empiece a sesionar.
Entre los aspectos centrales del proyecto se señala que las pensiones no podrán tener menos de dos habitaciones con baños privados y/o a compartir; con espacios comunes como cocina y lavadero. Los establecimientos deberán contar con el Certificado Profesional de Seguridad Antisiniestral (CERPROSA), o Informe Técnico expedido por la Dirección de Bomberos. Las habilitaciones deberán ser renovadas cada tres años y la pensión deberá llevar un "Libro de Pensionistas" foliado, sellado y rubricado por el Municipio donde deberán constar todos los datos de los pensionistas.
Las pensiones deberán contar con un mínimo de ocho metros cuadrados por persona y los baños de uso común deberán tener como mínimo un inodoro, un lavatorio, un bidet y una ducha y podrán ser compartidos por hasta seis personas del mismo sexo. Las cocinas de uso común deberán tener una heladera, una bacha, una mesada, alacenas y utensilios de uso común. También deberán tener espacios debidamente acondicionados para ser utilizados como lavadero, comedor y sala de estudio (en el caso de las pensiones estudiantiles).
Quedará prohibida la instalación de garrafas, cocinas o artefactos similares en las habitaciones, que pudieren poner en riesgo la seguridad de quienes ocupen la habitación y de la pensión en su conjunto. El responsable estará obligado a proporcionar "el espacio y todos los accesorios necesarios para garantizar su habitabilidad, en buen estado general".
