Peligra también las prestaciones que ofrece el IOMA a sus casi 2 millones de afiliados a la obra social del estado provincial, por deudas acumuladas a clínicas privadas, situación que afectaría a pacientes de todas las edades y con diferentes grados de problemáticas en la salud.
También es complicado el panorama en la DGCyE donde los trabajadores permanecen en una toma del edificio de 13 y 56, hace casi una semana en rechazo al recorte de sueldos en esa cartera provincial, situación que afecta gravemente el funcionamiento de las tareas administrativas, liquidación de sueldos y pago a subvenciones a escuelas privadas del territorio bonaerense.
Sin caer en análisis agoreros, la provincia se incendia, pero la gestión que gobierna el futuro de los bonaerenses parece no estar a la altura de las circunstancias, pues el panorama es cada vez más incierto y pareciera que la provincia cayera en un espiral de déficit del que no puede salir.
