Los cancilleres del Mercosur han acordado en la ciudad argentina de Mendoza suspender a Paraguay del bloque tras la destitución del presidente Fernando Lugo, pero sin la aplicación de sanciones de orden económico.
El canciller de Brasil, Antonio Patriota, ha dicho que la decisión final sobre la sanción a Paraguay será debatida este viernes por los presidentes de Argentina, Brasil y Uruguay en el marco de la cumbre semestral del bloque, de la que fue excluida Asunción.
Patriota señaló que hay "consenso" para suspender a Paraguay en su participación en los órganos de decisión y grupo de trabajo de la unión a partir de la aplicación del Protocolo de Compromiso Democrático en el Mercosur (1998).
"Constatamos que no existe plena vigencia democrática" en Paraguay, señaló Patriota.
También el canciller argentino, Héctor Timerman, insistió en que los presidentes definirán el viernes las medidas a adoptar en el caso de Paraguay, aunque aclaró que "jamás perjudicarán al pueblo paraguayo" y descartó una expulsión.
El espinoso asunto, desatado el pasado viernes cuando el Congreso paraguayo destituyó a Lugo en un juicio político que los países de la región cuestionan, será abordado ese viernes en un desayuno de trabajo de los presidentes de Argentina, Cristina Fernández; de Brasil, Dilma Rousseff, y de Uruguay, José Mujica.
Ese encuentro precederá al plenario de los jefes de Estado y sus países asociados (Bolivia, Chile, Perú, Ecuador, Colombia y Venezuela) que se celebrará en un hotel de las afueras de la ciudad argentina de Mendoza.
El cónclave, en el que Fernández traspasará la presidencia rotativa del Mercosur a Rousseff, antecederá a otro de carácter "extraordinario" que celebrarán los mandatarios de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), bloque integrado por los doce países suramericanos, para analizar la crisis política desatada en Paraguay.
El presidente de Uruguay consideró hoy que, pese a la crisis "institucional" de Paraguay, "cuando se aplican las sanciones" económicas "los que cargan con el costo son las mayorías de gente pobre, que en abundancia existen en esa sociedad".
En tanto, el nuevo canciller paraguayo, José Fernández, proclamó que su país "es y será miembro del Mercosur" hasta que "soberanamente" decida lo contrario y se mostró confiado en que el bloque no le aplicará sanciones económicas.
Sanciones de ese tipo o de carácter político, dijo, no serían "ni justas ni legales" y advirtió de que su país utilizará toda "la artillería jurídica" para defenderse.
En este contexto, el presidente de Ecuador, Rafael Correa, adelantó que no reconocerá al Gobierno de Federico Franco en Paraguay, sin importar lo que acuerden el Mercosur y la Unasur en la cita de Mendoza.
Patriota confirmó que el demorado ingreso de Venezuela al Mercosur como miembro pleno forma parte de la agenda de la cumbre, a la que hoy asistió el canciller venezolano, Nicolás Maduro.
El ingreso de Venezuela esta pendiente desde 2006 por la negativa del Congreso paraguayo a ratificar el protocolo de adhesión, pero una eventual suspensión de Paraguay abre incógnitas sobre si ello podría destrabar el proceso.
"La situación de Paraguay no altera la situación de Venezuela. Son dos procesos distintos", dijo Timerman al ser consultado sobre este punto.
La cita de hoy estuvo marcada por la polémica tras la denuncia de un parlamentario paraguayo a quien se le negó la entrada al plenario de cancilleres y por la renuncia a su cargo del alto representante del Mercosur, el brasileño Samuel Pinheiro Guimarães, por razones que no fueron informadas oficialmente.
En Mendoza se encuentran ya la anfitriona, la presidenta argentina, Cristina Fernández, y los mandatarios de Bolivia, Evo Morales, y Uruguay, Jose Mujica, a quienes se sumarán en las próximas horas la brasileña Dilma Rousseff, el chileno Sebastián Piñera, el peruano Ollanta Humala, el ecuatoriano Rafael Correa, y el surinamés Desire Bouterse.
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