Fue a partir de un proyecto de extensión que a principios del 2011 puso en marcha la facultad de Económicas que se sentaron a la misma mesa la Asociación de Productores Hortícolas y la Unión Industrial del Gran La Plata. Tras un largo y paciente trabajo conjunto, las tres partes acordaron que el asociativismo entre quienes siembran y cosechan el producto primario y quienes tienen las herramientas para transformarlo y, así, aportarle valor agregado, era la base para unir agricultura e industria y desarrollar un alimento envasado que genere mano de obra y active toda la cadena productiva.
"Todo comenzó con una charla informal que mantuvimos con productores de Olmos a fines del 2009", comentó el director del proyecto de extensión
de la unidad académica de 6 y 48, Juan Pedro Brandi, quien añadió que "se identificaron entonces necesidades concretas, como mejorar los procesos productivos, superar problemáticas laborales y sociales, desarrollar nuevas formas de comercialización. Nosotros tratamos de aportarles una visión complementaria como salida a la mayoría de esas demandas, es decir, la asociatividad".
"EMPRESARIO AGROALIMENTARIO"
Presentado en 2010 y acreditado en 2011 por la UNLP, el proyecto se puso en marcha de la mano de docentes y alumnos que brindaron talleres sobre asociativismo, mostrando "casos exitosos y casos que no prosperaron". "El espíritu asociativo caló, al punto que logramos reunir a la Asociación de Productores Hortícolas con la Unión Industrial", relató Brandi, y recordó que en un momento un quintero sintetizó el objetivo de la iniciativa con una reflexión: "Siempre pensé como productor agrícola, y no como empresario agroalimentario".
El representante de los horticultores en esta mesa de tres patas (asociación de productores, unión industrial y facultades), Rodolfo Gentile, dijo a este diario que "hace 30 años que estamos detrás de algo así, y hoy tenemos la posibilidad cierta de concretarlo".
Explicó que "como productora del 80% de lo que se consume en el país, la región hortícola platense está en condiciones de agregarle valor a la materia prima y elaborar un producto de alta calidad que jerarquizará a la Ciudad. La Plata sería una marca registrada", graficó Gentile.
DESDE LA INDUSTRIA
Todas las partes destacaron la necesidad de que grupos privados y/o los distintos estamentos estatales participen del proyecto. "Añadir valor a la materia prima implica, por donde se lo mire, generar trabajo, ya que se pone en marcha toda la cadena productiva", resaltó el director ejecutivo de la Unión Industrial platense, Juan Romero, quien resumió el proyecto de asociatividad señalando que "la Universidad pone el saber, los industriales un conocimiento acumulado que no utilizamos y los horticultores su experiencia y potencial; está todo dado", subrayó.
