La extorsión telefónica o secuestro virtual es un fraude que lamentablemente se multiplicó a lo largo de los últimos años.

Algunas recomendaciones a la hora de recibir una llamada de estas características, aunque lo mejor, sería desconectar o apagar los teléfonos y timbres o porteros eléctricos por las noches:
- Nunca brindar información personal de algún familiar o actividad que realice y al mismo tiempo advertir de esta situación al resto de los integrantes de la familia.
- Los delincuentes aprovechan la desesperación de las personas, mayormente de mujeres, para obtener datos personales que le facilite el engaño y así poder lograr su objetivo. También suelen llamar de madrugada cuando las víctimas están en medio del sueño de la noche aprovechando que al ser despertadas suelen estar confundidas y no con la lucidez propia de la vigilia.
- Llamar a la persona a la cual se cree que fue víctima del presunto secuestro, fue víctima de un supuesto robo o que sufrió un supuesto accidente, siempre manteniendo la calma y utilizando un teléfono alternativo.
- Cortar la llamada con alguna excusa o preguntar algún dato que sólo pueda responder ese familiar que supuestamente está en problemas. Al no saber la respuesta, como pasó en este caso que la mujer preguntó a la voz "cómo me llamo" automáticamente desde el otro lado, cortarán la comunicación.
- No volver a atender el teléfono si vuelve a sonar por un período de varias horas.
- Comunicarse inmediatamente al 911 o a la comisaría más cercana para alertar sobre la situación o realizar la denuncia en Fiscalía de Turno si es que en las opciones anteriores no se brinda una respuesta adecuada.