El servicio especializado de Cáritas en el tratamiento del alcoholismo, cumplió 57 años. Juan Panayotón, se refirió a sus treinta años como voluntario de Cáritas
La Asociación de Alcoholistas Recuperados (ADAR), servicio especializado de Cáritas La Plata, en la atención completa de alcoholismo, celebró su 57 º aniversario en las instalaciones de su sede, calle 54 N º 999. Participaron de la jornada familiares, pacientes y coordinadores del servicio. El Pbro. Daniel Manzuc, asesor espiritual de la asociación, celebró una Misa en Acción de Gracia. El Padre Andrés Rambeaud, director de Cáritas, tuvo a su cargo las palabras de cierre.
Juan Panayotón, director de ADAR, cumplió treinta años como voluntario de Cáritas, en este sentido señaló: “Cumplo 30 años como voluntario en este servicio que hoy cumple 57 años. ADAR tiene que cambiar, no en su esencia, porque esto sigue siendo un servicio de autoayuda, pero ustedes saben que la gente que llega a la consulta no es la misma que hace 30 años, cuando yo ingresé el más joven tenía 30 años y hoy tenemos una población más cerca de los 20 años y con algo que se suma al alcohol y es el consumo de otras drogas, en este camino tenemos que ir avanzando”.
Una de las actividades centrales del acto fue el alta de un paciente que luego de 41 meses finalizó su
tratamiento, quien manifestó: “Estoy muy agradecido a la institución, yo vine muy mal acá, ahora estoy transitando un camino muy lindo. A los coordinadores les tengo un afecto muy lindo, a mí el grupo me dio una mano muy grande. Durante el tratamiento tuve una recaída muy grande que fue la perdida de mi señora, acá me apoyaron, me apuntalaron, claro que yo también puse lo mío para poder estar donde estoy”.
“La idea mía es seguir acá, fortaleciéndome en las cosas mías y ayudando a los demás. A los chicos nuevos les digo que se brinden al tratamiento, hay que venir y sacar todo. El camino es duro pero no imposible. Siempre hay que decir la verdad, no mentir, eso es lo importante. Hay que confiar en el grupo y no aflojar. Si quieren se puede”, expresó.
La fortaleza de Pedro en compañía de los demás
El Padre Andrés Rambeaud, director general de Cáritas La Plata, se refirió a la importancia que tiene en el tratamiento el apoyo de la familia: “Mientras escuchaba el relato de Carlos, me venía el recuerdo de una persona, que su nombre ya decía mucho, se llamaba Simón, que quiere decir caña quebradiza, alguien al cual no le tenían mucha Fe, pero hubo uno que le tuvo Fe, lo llamó, pero como era un poco débil pensó, no lo voy a llamar solo, vamos a llamar a algunos amigos y algún hermano porque sabía que solo iba a meter la pata”.
“Cuando se dejaba ayudar por los otros se hacía fuerte y era un gran líder, tuvo aciertos y desaciertos, las caídas tremendas las tuvo cuando caminó solo, pero cuando camino con otros dejo de ser esa caña quebradiza y paso a ser sostén de muchos, tal es así que le cambiaron el nombre y se empezó a llamar piedra, se llamó Pedro. Dios siempre le tuvo Fe porque sabía que su corazón era noble”, expresó el Presbítero.
Por último, Rambeaud expresó que: “El Papa nos ha llamado a salir a las periferias existenciales y estas son periferias, son situaciones que a veces no se miran, no se quieren ver, ni escuchar, sin embargo ahí es donde realmente estamos llamados a estar. Hay situaciones que hay que enfrentar, buscar las mejores herramientas y ponernos a trabajar”.
ADAR
La Asociación de Alcoholistas Recuperados (ADAR), fundada el 24 de noviembre de 1956, es un servicio especializado de Cáritas La Plata, dedicado a la atención completa de alcoholismo. La organización abarca aspectos de prevención, tratamiento y rehabilitación, a través de un modelo que utiliza técnicas comunitarias donde predominan las terapias grupales.
Su director, el Lic. Juan Panayotón, explicó que: “Las técnicas grupales para este modelo son fundamentales, porque permiten a los enfermos tomar conciencia de la existencia del otro, y el enfermo se siente verdaderamente protegido, escuchado y comprendido”, y agregó que “le permite al paciente encontrar nuevas formas de adaptación para solucionar los conflictos que revelaron los síntomas y lo llevaron a padecer el alcoholismo”.
La tarea consiste en crear conciencia y establecer una relación terapéutica positiva, para esto “es necesario un abordaje multidisciplinario”, señaló el especialista. El abordaje de la enfermedad se desarrolla en tres niveles, en lo “Social Comunitario” privilegiando la comunicación a través del grupo de auto ayuda, en el aspecto “Familiar” resolviendo situaciones traumáticas con la ayuda que brinde el grupo familiar.
El tercer nivel es el “Personal” recuperando la estabilidad física, clarificando los motivos que lo condujeron a caer en el alcoholismo, por medio de la atención médica y psicológica. “En cuanto a la prevención realizamos actividades en establecimientos educativos, empresas, universidades, centros de salud y otras instituciones de bien público”, concluyó Panayotón.
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