Foto: Archivo Gonnetdigital |
El Director de Cáritas La Plata, Pbro. Andrés Rambeaud (foto), en su alocución propuso repensar el término voluntariado, no en relación a la intención de quienes lo realizan, sino en la connotación propia del término, “lo que me suena mal de voluntariado es que hay una cierta imagen pesimista del hombre, está la idea del hombre egoísta de Hobbes, el hombre si es dejado libre a sus impulsos naturales irá necesariamente hacia su propia complacencia”.
En este sentido, prosiguió: “Frente a esta idea un poco negativa del hombre aparece la idea de la disciplina, de una disciplina férrea que la contrarreste y entonces aparece la idea del voluntariado como una acción que va en contra de una tendencia natural. Entonces empiezan a aparecer otros términos como filantropía o acción desinteresada y yo creo que no hay ningún tipo de acción desinteresada, incluso como hombres de Iglesia, como hombres de Fe, la Iglesia actúa por el Reino, tenemos el interés más grande que es el Reino de Dios que Jesús nos trajo”.
El presbítero señaló que considera que no está bien dar por supuesto la idea de voluntariado, ya que considera que pueden convivir bajo esta misma denominación tanto movimientos estudiantiles, militantes políticos como movimientos de Iglesia. “Los movimientos estudiantiles que propugnan el aborto y los
movimientos de Iglesia que dicen defendamos la vida ¿no van todos del lado del voluntariado?”.
Al respecto, recordó a la cantidad de personas de distintos lugares, con diferentes formas de pensar y principios que trabajaron durante los días posteriores a la inundación, y marcó “repensemos estos conceptos porque no me parece justo sacar de un plumazo la militancia política, decir que es voluntariado hasta que cobran un peso sino no es voluntariado, me parece que hay ideas ahí que no están claras e incluso que dentro de las acciones del voluntariado, si se piensa como la idea de destinar un tiempo de la vida personal para una acción benéfica social, hay acciones que son opuestas entre si y que sin embargo todas entran en el ámbito del voluntariado”.
“Por qué les digo todo esto, porque para mí los católicos estamos perdiendo detrás de la palabra voluntariado una palabra mucho más rica y mucho más grande que es la palabra apostolado, del apostolado acá ya se habla poco y a veces se dice que el apostolado es el voluntariado de los católicos, en realidad la palabra apostolado es mucho más rica, si entendemos de donde viene una palabra y otra, el apostolado no viene de una lucha contra uno mismo sino del reconocimiento del Don que hemos recibido y que está en nosotros para ser comunicado”, indicó el Sacerdote.
La labor de Cáritas y la enseñanza de Jesús
El Director de Cáritas reflexionó sobre la tarea que desempeña la Institución e indicó que: “En esto uno tiene que abrevar de la fuente para entender el trabajo de una institución como Cáritas, que es caridad, es ágape, es amor a la oración, es entrega, hay que ir a ver al que nos enseñó esto y en esto no hay nada nuevo bajo el sol, el Evangelio de Juan nos muestra un Jesús, en La Ultima Cena, que se quita el manto, se ata la toalla y se pone a lavar los pies”.
El Presbítero, sobre el pasaje de la Biblia explicó que el manto era el signo de la realeza y que los Teólogos, Evangelistas y Padres de la Iglesia coinciden en que Cristo en La Última Cena quiso mostrar la intención de lo que iba a pasar al otro día, que era la entrega de su vida total en la Cruz, lo quiso simbolizar a través del gesto del lavatorio de los pies y mostrar quién es Dios.
“¿Cómo es el Padre? Se saca el manto, se ata la toalla y se pone a lavar los pies, se desnudó de su divinidad, se ató la toalla signo de la humanidad y se puso a lavar los pies. Lo interesante es que después, cuando termina la escena, Jesús no se desata la toalla, se pone nuevamente el manto pero nunca más se dasata la toalla, es decir, vuelve a ser Dios, pero vuelve a ser Dios hecho hombre y en cuanto hombre es servidor y por eso le dice a los apóstoles ¿ustedes vieron lo que hice? Ustedes van a ser felices si sabiendo estas cosas las ponen en práctica”, apuntó Rambeaud.
La inundación como oportunidad de encuentro
“Yo quiero salir de esta mirada negativa o pesimista del Siglo XX cambalache, de este imaginario argentino o de esta posmodernidad hedonista, nihilista, individualista que tiene un mundo riquísimo y se suicida frente a ese mundo, para decir que los cristianos tenemos una maravilla adentro, tenemos la posibilidad de transmitir el Don que hemos recibido y ese Don se transmite como Jesús desde el servicio”, expresó el Director de Cáritas.
“El Papa decía: yo quiero una Iglesia que salga, prefiero una Iglesia accidentada por salir que enferma por encerrarse. Creo que las inundaciones fueron una oportunidad riquísima para encontrarnos como Iglesia, como hombres de Fe, como toda la comunidad de nuestra ciudad de La Plata querida y creo ahí se abrieron puertas que no se han vuelto a cerrar pero sabemos que son la manera y no tenemos otro camino para seguir mostrando si somos o no somos, como decía Aparecida, discípulos y misioneros del Resucitado”, concluyó Rambeaud.