El equipo de comunicación del Liceo Víctor Mercante emitió un comunicado institucional:
Durante el día de ayer, 3 de mayo, se toma conocimiento, a partir de lo publicado en un diario de la ciudad y replicado por otros medios de comunicación, de una posible situación compleja que habría atravesado una estudiante de nuestra institución en relación a un juego llamado “la ballena azul”.
El colegio no estaba en conocimiento de ninguna denuncia o exposición, ni tampoco había advertido ninguna práctica o comentario en relación con un evento de esas características.
Asimismo, y en función de la responsabilidad institucional que, entendemos, nos incumbe, siempre y en todo momento que un/a estudiante de nuestra escuela pueda atravesar una situación que podría configurarse como conflictiva o de vulneración de derechos, iniciamos un proceso de indagación y búsqueda tendiente a confirmar si se trataba o no de una estudiante del colegio.
Efectivamente, este trabajo institucional, permitió que identificáramos la situación de una estudiante que requiere de acompañamiento.
Nuestro proyecto institucional se funda en el convencimiento de que la escuela es un escenario de cuidado, por lo que entendemos que la mirada atenta, la escucha, la pregunta oportuna, la intervención del adulto/a son constitutivos de dicha política de promoción, atención y protección.
En este sentido, frente a prácticas que aparecen como novedosas, generalmente vehiculizadas a través de las redes sociales y por el uso de nuevas tecnologías, es necesario llamar a un proceso de reflexión, análisis y problematización respecto al tratamiento que les damos como escuela y junto con las familias.
Se trata de situaciones que interpelan a las infancias y juventudes, situándolas como consumidoras de propuestas que las seducen, al presentarse como lúdicas, pero que pueden producir, en ciertas
ocasiones, padecimiento subjetivo.
En la particularidad de la situación conocida a través de los medios de comunicación -en la
que actualmente estamos interviniendo,- no se puede afirmar aún que se trate del mencionado juego. Por lo tanto, lo que en esta instancia constituye una presunción, forma parte de las líneas de trabajo que
cotidianamente la escuela despliega a partir de diversas estrategias de intervención dirigidas a atender la singularidad de las situaciones, en el ámbito educativo, en la dimensión grupal, con las familias y con el entorno comunitario.
Es importante tener claro que cuando la institución no brinda detalles, lo que está haciendo es por un lado, desarrollar acciones educativas enmarcadas en los principios jurídico- normativos que establecen la promoción y protección de los derechos de todo niño o niña menor de 18 años, y muy especialmente el derecho al resguardo de la intimidad y de la identidad. Y por otro, resguardar a las infancias y juventudes con las que todos los días trabajamos, promoviendo prácticas de construcción de ciudadanía, propiciando un entorno de cuidado donde se generen las mejores condiciones para poder enseñar y para poder aprender.
Queremos, asimismo, llevar tranquilidad a la comunidad educativa. La escuela se está ocupando, está acompañando a la estudiante y a su familia, está analizando líneas de acción que incluyen el trabajo corresponsable con otros organismos del sistema de promoción y protección de derechos, y está evaluando, a su vez, junto a los/as profesionales de nuestra institución y de las áreas específicas de la UNLP, el modo que asumirá la intervención con el grupo de pares, profundizando una línea de trabajo que viene desarrollándose en el marco del proyecto institucional.
Es fundamental seguir trabajando de manera corresponsable respecto de los usos que las niñas, niños y jóvenes, hacen de las tecnologías de la información y de la comunicación, para promover prácticas de cuidado y de autocuidado.
Equipo de Gestión - Liceo Víctor Mercante
Universidad Nacional de La Plata
La Plata, 4 de mayo de 2017
