En un reclamo unánime, un grupo de vecinos autoconvocados de la zona de 501 altura 148 manifestaron su profundo malestar debido a la falta de finalización de una obra vial crucial en la zona. Desde octubre, cuando la gestión anterior dejó inconclusa la obra en la calle 501, los residentes se han visto obligados a enfrentar innumerables dificultades para transitar por la zona.
La falta de pavimentación en la calle ha convertido el lugar en una laguna con cada lluvia, obligando a los vecinos a recorrer un tortuoso camino de tierra, barro y pozos para llegar a localidades cercanas como Gorina, City Bell o Gonnet. Para acceder a La Plata, se ven forzados a desviarse hasta la intersección de las calles 520 y 161, generando retrasos significativos en sus desplazamientos diarios.
Los vecinos se sienten desprotegidos y abandonados, con situaciones alarmantes como una mujer baleada durante un intento de robo. "Hubo hasta una mujer baleada para robarle una moto cuando los trabajadores atravesábamos el campo para salir".
"Desde ya que no tenemos servicios de emergencia que lleguen, no podemos recibir visitas, una odisea llegar a nuestra casa. Por 501 viven muchas familias, muchos trabajadores del frigorífico hacen terribles trayectos para llegar a su trabajo, huerteros. Quedamos aislados literalmente", explicaron.
La ausencia de servicios de emergencia eficientes agrava la situación, con casos como el de una embarazada que tuvo que caminar cuadras para acceder a tomar un auto que la llevara a recibir atención médica, o un niño que estuvo a punto de ahogarse en una pileta ante la demora del SAME en llegar al lugar. La falta de mantenimiento en el barrio, con calles sin poda, fumigación ni cortes de pasto, ha generado un clima de abandono generalizado.
Ante esta situación crítica, los vecinos de aledaños a la calle 501 exigen respuestas inmediatas de las autoridades locales. La Delegación de Gorina -principalmente- y Hernández han sido señaladas como ausente en la resolución de estos problemas, generando un malestar cada vez mayor entre los residentes. La comunidad se encuentra movilizada y determinada a hacerse escuchar para lograr mejoras sustanciales en su calidad de vida.
Lo que dejó la tormenta
482 y 23 |
En medio de quejas y reclamos, los vecinos de 482 y 23 han tenido que tomar medidas por su cuenta,
limpiando bocas de tormenta que deberían ser responsabilidad del municipio. En la intersección de 10bis y 506, la situación se mantiene sin cambios, con la sensación de abandono por parte de las autoridades locales y del ferrocarril Roca.10 bis y 506 |
La voz de los vecinos clama por atención y soluciones concretas a sus problemas cotidianos. La falta de infraestructura vial, de infraestructura y de mantenimiento hídrico ha generado un escenario de desamparo que requiere una pronta intervención de las autoridades competentes.