Un matrimonio que descansaba en su casa de 15, entre Arana y 418 se despertaron con los ruidos de vidrios rotos y estruendos, aparentemente tiros. Eran los ladrones que entraban a su casa.
Los vecinos que escucharon los ruidos llamaron a la policía y minutos después llegó un patrullero justo cuando los malvivientes escapaban a toda velocidad en un Peugeot 208 color blanco con el botín.
El vehículo fue abandonado en 423 bis y 15 siguiendo la fuga a pie. Después de intentar
esconderse en una vivienda, fueron atrapados por los uniformados con lo robado en su poder, tres computadoras portátiles y dinero en efectivo.
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