Mónica es una mujer como cualquier señora que podemos cruzar en bicicleta por las calles de Gonnet. Pero ella se autoimpuso una misión diaria: sale de recorrida con su bici, una bolsa de huesos y carcazas a darle de comer a animales sin hogar en diversos lugares, entre ellos la Repu. "Si por algún motivo no puedo venir, le encargo a alguien que me reemplace".
Hablamos con esta vecina quien, a pesar de muchas veces recibir insultos por parte de algunas personas desaprensivas con los animales, no claudica ni los deja desamparados, cada día les acerca la comida para que al menos estar en la calle sea más llevadero al recibir el cariño de un humano protector ante la indiferencia de otros. Esto nos contaba: