Por Alcides Francisco Aguirre
Teletrabajo & Sociedad, cátedra libre UNLP
Las adicciones de cualquier tipo más tarde o más temprano terminan dañando nuestra salud síquica o física. La sociedad de la información y el conocimiento que es el actual espacio de tiempo y espacio que estamos transitando tiene sus propias formas de comunicación y está muy bueno que así sea sin embargo para 2017 y principios de 2018 ya se ha verificado un uso demasiado intensivo en jóvenes y adultos de redes sociales y Whatsapp.
En el ámbito escolar persiste aún un debate sobre el uso de celulares por parte de los alumnos en horarios escolares. Debate aún no saldado. Sin embargo docentes han constatado también que en los recreos que es el ámbito para jugar y/o socializar con otros algunos alumnos siguen conectados al “Smartphone” contestando mensaje y/o jugando con aplicaciones casi sin prestar atención a sus compañeros.
En el mundo de los adultos algunas personas le prestan más atención a la recepción de mensajes por celular que a la persona que está a su lado en forma presencial. También se observa una especie de compulsión a responder mensajes en forma inmediata. Recordemos que siempre es más importante el diálogo que mantenemos en forma personal que el diálogo por medios electrónicos. Un capítulo aparte es el uso que
algunas personas hacen de su celular mientras manejan un vehículo poniendo en riesgo su propia vida y la de los demás.
Todos estos aspectos no considerados hasta ahora comienzan a ser motivo de estudios importantes por parte de especialistas con el fundamento de ayudarnos a convivir en la sociedad de la información y el conocimiento. Después de todo la tecnología vino a facilitarnos la vida y es interesante prestarle atención cómo estamos usando estas herramientas tecnológicas en nuestro diario vivir.