La iniciativa es llevada a cabo desde hace ocho años por la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Pastelera de La Plata
Ayer, en las instalaciones de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica y Pastelera de la ciudad de La Plata y su Zona de Influencia (AEHG La Plata), 26 instituciones recibieron la donación de roscas de pascuas comunitarias para ser entregadas es los sectores más vulnerables de la ciudad. En total se elaboraron 2000 roscas por los profesores y alumnos de la carrera de Técnico Superior en Servicios Gastronómicos del Instituto Superior de Hotelería, Gastronomía, Pastelería y Turismo Ángel Salvadori.
Participaron del evento el Presidente de la Asociación Sr. Claudio Nolberto Aguilar, el Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer quien tuvo a su cargo la bendición de las roscas,
entre otras autoridades. Cabe señalar que Caritas La Plata recibió 36 roscas que serán entregadas a familias de la zona de Ringuelet y Los Hornos.
El Presidente de la Asociación, Sr. Claudio Nolberto Aguilar tuvo a su cargo las palabras de bienvenida donde agradeció a los presentes y a los responsables que “llevan día a día apoyo a los que más lo necesitan”, y prosiguió: “En esta ocasión se han elaborado 2000 roscas a través de los alumnos que fueron supervisados por los profesores, una acción que desde la responsabilidad social empresaria la llevamos a la práctica y que mejor que hacerlo con todas las instituciones de nuestra ciudad”.
Por su parte Monseñor Héctor Aguer, expresó: “Yo pensaba cuando venía para acá, quiénes van a comer estas roscas, los que van a comer estas roscas, ¿van a ir a la misa de pascuas? Probablemente no, como los que comen los pan dulces de navidad, probablemente no concurran a la misa de navidad, pero esto con la estampita es un resto de la cultura cristiana de nuestro pueblo, esto nos hace recordar que Cristo murió por nosotros, resucitó y está vivo, eso es lo central de nuestras celebraciones litúrgicas de estos días”.
“Es una manera de mantener la memoria y el sentido cristiano de un país que se ha descristianizado profundamente y que por eso también se ha deshumanizado profundamente, si se pierde memoria de aquellas verdades que se refieren a Dios, a la salvación, a la eternidad entonces el hombre es capaz de hacer cualquier cosa. Por eso son importantes estas roscas que son un recuerdo de que existe otra cosa mejor y de que los que van a comer esto son bautizados. Esto también es un acto de evangelización”, conluyó Monseñor Aguer.
