Por Lorena Tablada
En un mensaje recibido por la redacción de Gonnetdigital, vecinos de Villa Castells expresaron su malestar por una decisión considerada arbitraria por parte de un colegio local. Se trata de la colocación de conos y pintura amarilla de prohibido estacionar en las inmediaciones del Jardín y Primaria del Concilio Vaticano II, ubicado en 10, 501 y 502.
Los residentes, afectados por esta medida, manifestaron su descontento argumentando que la acción de la institución educativa se está llevando a cabo de manera autoritaria, sin tener en cuenta la estrechez de la calle, lo que dificulta el tránsito de los vehículos. "Esto no se puede hacer", enfatizaron.
Según los vecinos, la situación ha generado inconvenientes para los padres que deben dejar a sus hijos en la escuela, ya que se ven obligados a estacionar a varias cuadras de distancia y caminar con los niños pequeños hasta el establecimiento. Esta situación ha provocado malestar entre los padres, quienes no estarían manifestando abiertamente su descontento porque temen represalias por parte de la escuela.
Uno de los residentes afectados realizó una denuncia ante control urbano, cuyos agentes habrían señalado que el letrero de prohibido estacionar se encuentra en la acera opuesta, lo que ya evita la detención de vehículos de manera lógica y que la institución podría ser multada por tomar esta determinación sin consenso del área municipal. Asimismo, el vecino explicó que tampoco pueden estacionar los transportes escolares en la zona durante los horarios de ingreso y salida de los alumnos. La reducción de la calzada por los conos genera un congestionamiento de autos en días de lluvia y en horas pico, complicando aún más la situación.
"Aparte en esta calle circula el colectivo Norte, todo este tráfico si le ponemos los conos que reducen la calzada provoca un aglomeramiento de autos terrible. Nos parece que una multa no es la solución,
porque en definitiva la termina pagando la comunidad educativa”, explicó el frentista.Ante esta problemática, los vecinos solicitan a la escuela reflexionar sobre su accionar y encontrar una solución que sea más amigable con la comunidad. "Hay que tomar determinaciones dentro del establecimiento y no afuera", expresó uno de los frentistas, instando a la institución a reconsiderar su enfoque y buscar una resolución que no perjudique a los residentes de la zona.
En este sentido, los vecinos esperan que la escuela tome en consideración las preocupaciones de la comunidad y busque alternativas que permitan una convivencia armoniosa entre todos los involucrados.
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