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sábado, 16 de febrero de 2019

Vidal autorizó una suba adicional en la tarifa de luz para ¿compensar? a Edelap



Los trabajadores perdieron el año pasado un promedio del 20% en sus salarios y no fueron compensados en las paritarias de cada sector. Sin embargo, empresas como Edelap que tienen ganancias siderales con aumentos implementados de más de 1000% desde que asumió la Gobernadora Vidal. son compensadas por el gobierno bonaerense mientras que los usuarios sufren un servicio con cortes de luz (casi semanalmente), baja tensión y o variaciones en la tensión que dejan en terapia intensiva cualquier electrodeméstico sin que nadie se haga cargo.

La pésima novedad con la que despertamos los platenses, se trata de una resolución del OCEBA (Organismo de Control de la Electricidad Bonaerense) que se conoció ayer cuando fue publicada  en el Boletín Oficial. La misma autoriza a la Distribuidora Edelap y al resto de las cooperativas eléctricas que operan en el territorio bonaerense junto a las otras empresas Eden, Edes y Edea a cobrar a los usuarios un porcentaje (adicional a la suba anunciada recientemente en la tarifa de la luz) en concepto de "compensación" por las eventuales pérdidas que tengan y que figurará en la factura como ICT (Incremento de Costos Tarifario).

“Es un mecanismo de compensación que permite a los distribuidores recuperar en su
facturación además de las diferencias en la aplicación de los costos mayoristas de electricidad
(precios de potencia y energía en el MEM y costos de transporte), las diferencias generadas en
el costo propio de distribución”, explicó oficialmente la resolución publicada ayer en el Boletín Oficial.

Esto se suma al aumento que rige a partir de febrero y a los que vendrán en mayo y agosto que entre todas las subas podrían superar un 55% a lo largo del año. Comenzaremos a verlos reflejados en las facturas de marzo en adelante.


En efecto, es un gobierno que avala el saqueo de los bolsillos de los ciudadanos que los votaron confiados en que los cortes de luz se iban a terminar, que la inflación iba a bajar y que en definitiva el pueblo trabajando saldría adelante.

Las subas no sólo afectan a las familias, sino a los comercios (que trasladan dichos aumentos a los alimentos) y a las pequeñas fábricas y empresas cuya subsistencia está en peligro todos los días. Al parecer nuestros gobernantes no se conforman con asfixiarnos con las subas en el transporte, en los servicios públicos, en la carne, en los alquileres, entre otros consumos para la vida diaria sino que da la sensación de que quieren darnos una estocada final al bolsillo con el aumento inesperado que deja en coma la economía de los que trabajan y no son grandes empresarios especuladores y perversos, porque cada aumento significa menos comida en la mesa de los argentinos y sobre todo de los más necesitados.