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jueves, 30 de noviembre de 2017

El Banco Central pone en circulación el nuevo billete de curso legal de $1000

A partir del 1 de diciembre, se distribuirá progresivamente en todo el país.

El anverso del billete, diseñado de manera vertical, refiere al hornero como animal representativo de la Región Chaco Pampeana.






Ciudad de Lobos, 30 de noviembre de 2017.- El Banco Central de la República Argentina (BCRA) pone en circulación el billete de 1000 pesos con la imagen del hornero, que será distribuido progresivamente desde mañana, 1 de diciembre, a través de la red de sucursales bancarias y cajeros automáticos de todo el país.



El billete de 1000 pesos, que cuenta con estrictas medidas de seguridad, es el cuarto de la nueva familia “Animales autóctonos de Argentina”. El primero fue el billete de 500 pesos con la imagen del yaguareté, lanzado en junio de 2016, el segundo el de 200 pesos con la ballena franca austral, en octubre del mismo año y el tercero el de 20 pesos, con la imagen del guanaco, en octubre de 2017. Todos poseen un diseño vertical en su anverso y buscan resaltar la enorme riqueza y diversidad de nuestro país y concientizar sobre la preservación del medio ambiente.




Entre las principales medidas de seguridad del nuevo billete, se destacan en el anverso, la marca de agua, que reproduce el retrato del hornero y presenta, centrada en la parte inferior, la denominación “1000”. El hilo de seguridad principal cuenta con una banda aventanillada de color marrón. Además, posee un hilo de seguridad secundario, una fina banda integrada que puede verse al trasluz.

Asimismo, como motivo de complementación frente-dorso, muestra una huella parcial del ave, ubicada a la izquierda de la marca de agua; que se completa por transparencia con el reverso. En la impresión calcográfica puede verse un retrato del hornero y el código para personas con discapacidad visual con un relieve perceptible al tacto. Los motivos impresos en color violeta presentan luminiscencia amarilla a la luz ultravioleta.

En el reverso, se observa la numeración vertical sobre el margen izquierdo en color rojo, con luminosidad roja a la luz ultravioleta y la numeración horizontal, en el ángulo superior derecho en tinta negra, con dígitos de tamaño variable. Finalmente, el billete de 1000 pesos, cuyo papel es de algodón de 90 g/m2, mantiene el mismo tamaño de la Línea Peso.

Como todos los miembros de la nueva familia de billetes, cuenta con un elemento dedicado a llamar la atención del público infantil. En este caso, luce una representación de un pichón de hornero en el ángulo inferior izquierdo.

El billete de $1000 brinda un homenaje a una de las especies más representativas de nuestro país. El hornero, el ave nacional de Argentina, es un pájaro emblemático que se distingue por el elaborado nido que moldea con barro, paja y raíces, lo que lo hace muy resistente a las incidencias del clima. Mide alrededor de 20 centímetros, con plumas de color terroso, y habita tanto en el campo como en las ciudades. Mantiene una pareja durante toda la vida y desarrolla la mayoría de sus actividades en conjunto, incluso el cuidado de los pichones.

El nuevo billete de 1000 pesos fue presentado hoy en un acto realizado en la Escuela Primaria Número 1 “Pilar Beltrán” de la ciudad de Lobos, provincia de Buenos Aires. Contó con la presencia del subgerente general de Medios de Pago del BCRA, Julio Pando, del director de Fauna Silvestre y Conservación de la Biodiversidad del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Santiago D'Alessio, de la directora provincial de Educación Primaria de la Provincia de Buenos Aires, Mónica Dillon, de la directora de la institución, Eliana Yoia, de la Vicedirectora, María Candela Dinomo, y más de 250 alumnos de escuelas primarias de la zona.

El impacto de los nuevos billetes

La introducción de la nueva familia de billetes implica una importante renovación del circulante, así como una mayor eficiencia y reducción en el gasto de impresión. De esta manera, durante todo 2017 se imprimirán billetes de alta denominación para abastecer la demanda de efectivo, la reposición de circulante deteriorado y contar con una reserva apropiada de resguardo, por 237.500 millones de pesos. Esta cantidad de efectivo será abastecida mediante la impresión de 300 millones de billetes de $200, 145 millones de $500


y 105 millones de $1.000, totalizando entonces 550 millones de billetes. Si ese monto fuera suplido sólo mediante billetes de $100, se requerirían 2.375 millones de billetes.

El costo unitario de cada billete de $200 y de $500 es de aproximadamente $1,65, cada billete de $1.000 cuesta cerca de $1,90, mientras que el costo de los de $100 es de $1,47 por unidad. Por lo tanto, la fabricación de numerario para abastecer la demanda de circulante de alta denominación le insumirá al Banco Central, un gasto de impresión de $933 millones en 2017. Si lo hubiese hecho sólo con los viejos billetes de $100, el costo total incurrido hubiese sido de $3.491 millones. De esta forma, las nuevas denominaciones permitirán ahorrar $2.558 millones este año.

Asimismo, gracias a la introducción del billete de $1000, se reducirá el costo de transporte, acarreo y guarda de dinero, que es uno de los más importantes del sistema bancario argentino.

Nueva familia de billetes

La nueva serie está compuesta por seis billetes con la imagen del hornero, el yaguareté, la ballena franca austral, la taruca, el cóndor y el guanaco. El anverso de cada billete, refiere a la figura de un animal típico de cada región, mientras que el reverso hace hincapié en el hábitat característico de esa especie. De esta manera, la nueva familia de billetes representa un punto de encuentro entre los argentinos, poniendo en el centro a nuestra fauna y fortaleciendo el compromiso de todos con el medio ambiente, con la alegría y con la vida.

Junto con la mejora en la seguridad y la calidad del efectivo circulante, el Banco Central de la República Argentina tiene por objetivo promover el desarrollo de los nuevos medios de pago electrónico, que implican una importante reducción de costos, aumentan la seguridad en las transacciones y fomentan una mayor inclusión financiera.