Secciones

miércoles, 20 de marzo de 2013

Cómo cambiará el mapa político nacional con el papa argentino

Reproducimos una consulta realizada a los analistas sobre la injerencia del Papa Francisco. Opinan Mora y Araujo, Fraga, Perechodnik, Fornoni y Rouvier.

Por Diego Gueler (*)
Cristina Fernández y el papa Francisco, los dos argentinos con más poder en el mundo. | Foto: Presidencia de la Nación.
La asunción de Jorge Bergoglio como papa Francisco abrió una serie de interrogantes en la política argentina: ¿Podrá acercar posiciones entre el kirchnerismo y la oposición? ¿Tendrá algún tipo de injerencia en el electorado en su eventual visita previa a las primarias de agosto? ¿Criticará al Gobierno de la forma en la que lo hacía como arzobispo? Para intentar dilucidar esas preguntas, Perfil.com habló con los principales analistas políticos de la Argentina.

El sociólogo Manuel Mora y Araujo opinó a este portal que "Bergoglio no va a intentar tener influencia directa en la política argentina, pero sí indirecta. Ahora, ya hay un efecto político: hubo una división dentro del kirchnerismo, como Luis D'Elía, Verbitsky, Carta Abierta y las Madres de Plaza de Mayo que asociaron a Bergoglio con la dictadura, y otro sector que lo elogió".

El consultor político señaló que "Cuando venga acá el Papa al país, el Gobierno va a estar muy pendiente. Pero el Papa no va a dar mensajes políticos, va a mantener el mensaje contra la pobreza, la desigualdad, y eso puede ser leído como crítico del Gobierno, claro, como lo fueron sus comunicados como arzobispo de Buenos Aires, pero nunca de forma directa. El va a intentar ser totalmente prescindente en la política nacional".

Según el sociólogo, "Cristina demostró que se acomoda a esa situación de que el Papa es más poderoso. Me parece que no va a competir con el Papa en ese sentido". También destacó que en América Latina -y a los socios de Argentina, como Venezuela- "Bergoglio cayó muy bien".

A todo esto, el director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría, Rosendo Fraga, señaló a este medio que "Bergoglio mantendrá la misma posición critica hacia la sociedad moderna que ha expresado hasta ahora, sobre temas como el exceso del dinero, la necesidad de atender a las necesidades de los pobres, lucha contra la corrupción, la desigualdad, la droga, la trata de personas, la inseguridad, la violencia, etc. Es posible que el oficialismo argentino lo siga percibiendo como un discurso critico, aunque ahora le hable a la sociedad global".

Para el analista político, "el Papa no intervendrá activamente en la política argentina. Pero igualmente, la oposición lo seguirá viendo como un aliado y el oficialismo como un adversario. A la Argentina le será difícil asumir que no es el centro del mundo para el nuevo Papa". Y recordó que "Bergoglio le solicitó entrevistas a la Presidente en catorce oportunidades y nunca lo recibió, en cambio él es al primer jefe de Estado que recibe, aunque antes de asumir como Papa. Posiblemente, de ahora en más, la Argentina no tendrá esta prioridad".

A su vez, Fraga estimó que "las declaraciones de la Presidenta argentina tras su primer encuentro con Bergoglio tras ser elegido Papa, muestran que la relación no será fácil". Sobre el reclamo de la Presidenta a Bergoglio por Malvinas, consideró que "es pedirle un imposible y no comprender el rol y las capacidades de un Papa. Frente a las duras criticas el ala izquierda del kirchnerismo a Bergoglio, ella no las ha desautorizado públicamente, hasta el día de hoy".

En tanto, Fabián Perechodnik, director y fundador de la consultora Poliarquía, estimó a este medio que "la Presidenta tomó en toda su trascendencia la elección del Papa. Es que va a ser el argentino más relevante de la historia universal. Eso va exceder todo. Por eso hoy hay dos grandes personajes con poder: la Presidenta y el Papa, que está en un plano superior al de la Presidenta. Si vemos los mensajes y comunicados de Bergoglio como arzobispo, fueron llamados a la justicia social, a reducir la pobreza, por la equidad. Para esta Argentina crispada, son buenos mensajes", indicó.



El analista de Poliarquía señaló, además, que "no me imagino al Papa teniendo influencia en la política doméstica, porque no es su estilo, no es la forma. El Papa va a mirar con atención lo que pase en la Argentina. Va estar presente con su mirada. Con eso ya hay un contrapeso a la figura de Cristina". Por otro lado, apuntó: "Va a posicionar a la Argentina como un hecho positivo cuando en el mundo sólo llegaban noticias negativas sobre nuestro país".

Sobre la eventual visita de Francisco a la región en julio -en la antesala de las primarias abiertas por la elecciones legislativas- el analista de Poliarquía no cree que el Sumo Pontífice puede tener injerencia en el electorado. "Si el Papa viene, será cuando venga a Brasil, en julio, por una cuestión de cercanía. No está pensado por las elecciones", aseguró.

Por su lado, la consultora de Management & Fit, Mariel Fornini, estimó a Perfil.com que "si bien la mirada terrenal de Francisco parece que va a posarse primero en el Vaticano y en la restructuración de poder interno, eso no quiere decir que no mire a Latinoamérica y la Argentina".

Según Fornini, "el papa va a influir en la vida política económica y social de la Argentina, así como también representa un aire fresco para el humor social". Por eso la analista opinó que "pensarlo en términos de las elecciones de agosto es una mirada demasiado corta".

Fornoni sostuvo que "por otra parte es sabido que Francisco se ha expresado en reiteradas ocasiones sobre la acción de permanencia indefinida de los gobernantes, sobre el sistema democrático y de hecho su gesto fue alentar al Obispo jesuita Piña para que enfrentara en Misiones al gobernador Carlos Rovira, que insistía con sucesivas re-elecciones".

Finalmente, el analista Ricardo Rouver (Rouvier y asociados) señaló a este portal que "hasta ahora vemos gestos, mucha expresión simbólica. Va a mantener menos incidencia de lo que se supone. Bergoglio es un cuadro político de la Iglesia, pero no olvidemos que no es más el arzobispo de Buenos Aires, que es Papa y tendrá asuntos de mayor envergadura. Se va a manejar con mucha discreción y silencio. Es un cuadro político, pero insisto: su incidencia en la política argentina será menor de la que se cree".

(*) De la redacción de Perfil.com.