Diego Fernández discutiendo con vecinos de Gonnet. (Archivo Gonnetdigital: Febrero 2012) |
Hace tiempo, te contamos cómo este señor le exigía a una vecina septuagenaria de Villa Castells que "si quiere garitas, junte firmas, señora"...
También en una reunión de inseguridad en la cual participaban vecinos del plan alerta vecinal y Lomas de Gonnet, hartos de esta problemática se pronunció: "donde yo vivo no hay problemas de inseguridad", dejando a la luz de que no vive en Gonnet, cosa que exasperó a quienes se reunieron esa noche con él y el comisario Amarilla, por entonces titular de la dependencia 13°.
Ni hablar de los vecinos de 25 y 505 que desde octubre de 2010 piden una audiencia y han elevado infinidad de notas para expresar la necesidad de un semáforo en esa intersección de calles que en lo que va de 2012 ya ocurrieron casi una decena de accidentes.
Secretaria y secretaria privada
Plaza Almafuerte: de día chicos, de noche ratas |
123° Aniversario de Gonnet: vergüenza
Sin darle participación a los artistas locales y a tantos que trabajan en nuestra comunidad no podemos más que solidarizarnos y decidir que no vamos a cubrir esta fiesta de pocos que se realizará hoy domingo 2 de diciembre, anunciada con bombos y platillos por otros medios que cobran por hacerlo, menos por el medio local, cuando éste hace más de tres años viene cubriendo gratuitamente todas las festividades y celebraciones que tiene la región.
Molesta que se sepan algunas cosas que pasan en Gonnet
Alguien se acercó para contarnos que estamos castigados por ponerle el micrófono a los vecinos que piden semáforo desde 2010 o difundir la voz de los que pedían seguridad o no ser aplaudidores de los desaires que le hace el señor delegado Diego Fernández a los vecinos que piden ser escuchados por el representante comunal. En realidad, sentimos orgullo de no participar de la costosa mentira armada que se hará hoy domingo. La dignidad de un pueblo no se negocia y los valores de Radio Gonnet no están en venta. Día a día hacemos nuestro esfuerzo para informar a la comunidad y es ésa la voz suprema que escuchamos a la hora de hacer nuestro trabajo, porque los funcionarios pasan, pero los pueblos quedan.